El presidente del Comité Olímpico Internacional, se muestra optimista.
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ATENAS, GRECIA.- El belga Jacques Rogge, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), disfrutó de una cama excelente y del silencio de la Villa Olímpica luego de dejar el hotel cinco estrellas en que se alojaba para estar con los deportistas.
Continuando con su costumbre de estar con los equipos, Rogge, un ex navegador olímpico, se mudó a la villa de los atletas el domingo y se quedó en lo que la prensa local calificó de un lugar "espartano".
La organización está dando los toques finales en varias sedes, incluido el Estadio Olímpico y las zonas aledañas al lugar en que el viernes se desarrollará la ceremonia inaugural.
"Fue una noche maravillosa y una cama excelente", dijo Rogge durante un breve recorrido al complejo del Estadio Olímpico.
El dirigente, que alabó la infraestructura de los Juegos que se desarrollarán del 13 al 29 del presente mes, declaró que disfrutó de la tranquilidad de la Villa.
"Fue una noche tranquila. ¡Ah!, el silencio (...) Después tuve un buen desayuno y una reunión", explicó.
Los cuartos de la Villa de 2,292 departamentos, ubicada al pie del Monte Parnita al noroeste de la capital, contiene el mobiliario mínimo y no tiene servicios adicionales.
Los atletas comparten habitaciones que tienen sólo dos camas, dos pequeñas lámparas para leer y algunos cajones.
"No sólo durmió allí, sino que desayunó y llevó a la junta ejecutiva" del COI, dijo un dirigente del organismo deportivo.
El español Juan Antonio Samaranch, antecesor de Rogge, no fue un residente regular de las villas, ya que prefería la comodidad del hotel oficial del COI.
"El presidente (Rogge) es diferente porque fue atleta y después jefe de misión de Bélgica", declaró el dirigente del COI.
Los organizadores de los Juegos comentaron que la decisión de Rogge de quedarse en la Villa es un respaldo para los atletas.
"Es un gesto simbólico importante. Las condiciones de vida son exactamente iguales para él y los atletas", explicó el portavoz de los Juegos Michael Zaharatos a periodistas.
OTAN vigila el cielo de Atenas
¿Usted tiene que organizar un gran evento internacional? ¿Tiene miedo a posibles ataques terroristas? Llame a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Los aviones de Advertencia y Sistema de Control (AWACS) fueron desplegados para proteger el espacio aéreo de Estados Unidos después de los ataques del 11 de septiembre de 2001.
A partir de ese momento recorrieron los cielos en una gran cantidad de lugares, y estuvieron presentes en eventos tales como la reciente boda del príncipe Felipe en España y la Eurocopa de futbol que se jugó en Portugal.
El próximo trabajo de los centinelas aéreos será proteger los Juegos Olímpicos de Atenas que comienzan esta semana, y los Paralímpicos que tendrán lugar el mes próximo.
Durante al menos 18 horas por día en los Juegos, los aviones monitorearán el cielo con las pantallas de computadoras que tienen a bordo, e intercambiarán información con las autoridades que estén en suelo griego para determinar si existe alguna amenaza a la seguridad.
La flota de 17 AWACS y tres aviones de entrenamiento están basados en las afueras de la ciudad alemana de Geilenkirchen, cerca de las fronteras con Holanda y Bélgica. También hay infraestructura operativa en Noruega, Grecia, Italia y Turquía.
Cinco AWACS estarán basados en Aktion, una localidad costera ubicada a 350 kilómetros al noroeste de Atenas durante los Juegos.
"Si hay algo fuera de lo común nosotros lo veremos, seremos un gran ojo para el gobierno griego durante los Juegos", dijo el Capitán de la Fuerza Aérea de Estados Unidos Robert Firman, director de información pública en Geilenkirchen.
Desde una altura crucero de 29,000 pies (9,000 metros), un avión AWACS puede monitorear el espacio aéreo en un radio de al menos 480 kilómetros, separando los objetivos que se mueven de los que están quietos.
Latinoamericanos, sin temores por fuerte seguridad
Los deportistas latinoamericanos que participarán en los Juegos de Atenas no parecen perturbados por las fuertes medidas de seguridad desplegadas en la primera olimpiada de verano desde los ataques de septiembre de 2001 en Estados Unidos y de las guerras en Afganistán e Irak.
Las autoridades griegas han dispuesto a unas 70,000 personas a cargo de la seguridad durante los Juegos, que comienzan el viernes, como parte de un plan que tuvo un costo récord para una olimpiada de unos 1,220 millones de dólares.
La seguridad en Grecia es, en dinero, equivalente a cuatro veces la desplegada en Sydney 2000.
Pese a las medidas de seguridad, desde las delegaciones latinoamericanas -que en algunos casos participan con su mayor cantidad de atletas en la historia- se asegura que tantas revisiones no afectarán el rendimiento de los deportistas.
"Creo que (la seguridad) reviste gran importancia, pero estamos conscientes que son problemas que deben afrontar todos los grandes acontecimientos y la justa olímpica es el acontecimiento más importante", dijo el doctor Rafael Ornelas, director de servicios médicos del Comité Olímpico Mexicano.
"Sin embargo, no creemos que esto afecte ni en sus rendimientos, ni en sus entrenamientos, ni en nada", agregó en conversación en el área internacional de la Villa Olímpica, ubicada en el norte de la capital griega, al pie del monte Parnita.
Deportistas de la delegación argentina tampoco se mostraron preocupados por el tema de la seguridad. Todos procuraban capear a la sombra el sol y los casi 35 grados de calor en Atenas.
Se estima que en los Juegos Olímpicos, que se disputarán hasta el 29 de agosto, participarán un total de 10,500 atletas y 5,500 funcionarios de las representaciones.
Además de los agentes de seguridad, docenas de misiles han sido instalados en tres sitios alrededor de la capital, para actuar como "paraguas" en caso de un ataque desde el aire.
"Técnicamente tanta seguridad no afecta y sabemos que es en nuestro propio beneficio, pese a que es un poco fastidioso", dijo Francisco Seija, entrenador del equipo de tenis de mesa de Venezuela. "Aquí se nota mucha más seguridad que en los Juegos anteriores".
Hasta ahora, el Gobierno griego no ha recibido ninguna indicación o rumor de un potencial ataque durante los Juegos, declaración que ha sido apoyada por la Interpol y Estados Unidos.
Deportistas de varios países deambularon ayer por el área comercial de la Villa Olímpica. Especialmente notoria era la presencia de los brasileños y australianos -dos de las delegaciones más numerosas-, a diferencia de los deportistas de Estados Unidos, que apenas se hacían notar en la Villa.
A los Juegos asisten 202 países, entre los que se cuentan Irak y Afganistán.