Durante el 2004, el Programa de Atención a Menores y Adolescentes en Riesgo (PAMAR), a nivel estatal, ha atendido a 535 madres adolescentes, a las que se les ha asesorado para evitar que tengan un segundo embarazo, afirmó la directora Leislé Mirlé Rodríguez, dentro del evento ?Madres Adolescentes?, en el que se comentaron historias y experiencias de madres muy jóvenes.
El PAMAR, apoyado en el Programa de Atención Integral del Embarazo en Adolescentes (Paidea), ha realizado dos vertientes de apoyo, el que da servicio a las madres adolescentes que ya tienen hijos y a las adolescentes en riesgo de embarazarse, principalmente en la secundaria o preparatoria cuyas edades oscilan entre los 12 y los 17 años.
Leislé Mirlé Rodríguez manifestó en este evento que dentro de las 535 adolescentes que se han atendido, se ha buscado la forma de que no se embaracen de nuevo, sino hasta pasados los 20 años, para que puedan desarrollar otras actividades productivas en beneficio de ellas mismas y de sus hijos.
Afirmó que el Modelo de Paternidad Responsable, que desarrolla el Paidea, es una guía para prevenir el embarazo a edad temprana, y en este sentido se han impactado distintas escuelas, principalmente las secundarias, en donde hay grandes riesgos de que las jóvenes queden encintas.
Las experiencias de tres jóvenes de 18, 16 y 17 años de edad manifestaron la dureza de darse cuenta de la realidad muy tarde. Fue ahí en el mismo evento, al que acudieron unos 100 jóvenes, en su mayoría mujeres, quienes recibieron el mensaje.
Las narraciones de sus propias experiencias indican que la solución a los problemas que mantuvieron dentro de su familia, el maltrato que pudieron recibir también dentro de su hogar, no es la mejor solución para enfrentar la vida.
El hecho de traer un ser vivo al mundo, coincidieron todas, es una gran responsabilidad. Sus parejas, al igual que ellas, no sobrepasan los 18 años. Han tenido que dejar la escuela para dedicarse al hogar y a la responsabilidad de un nuevo ser y los costos económicos son altos, por lo que manifestaron las dificultades por las que han tenido que pasar para sobresalir y alimentar a su familia.
Por su parte, dos adolescentes que pasaron por la experiencia del cuidado de bebés electrónicos también expresaron que ante el trato que tuvieron con los mismos se percataron de la gran responsabilidad que debe existir con el bebé que está programado para llorar. El bebé electrónico debe ser ?alimentado? a ciertas horas, durante día y noche, y los jóvenes, por lo general, admiten que no están preparados para esta prueba.
Dicen que dejan de hacer cosas, como estar con sus amigos, acudir a fiestas, estudiar y disfrutar de una vida que apenas comienza.
MODELO
Poanas comienza
El municipio de Poanas, a través del DIF Municipal, comenzó ya con el Modelo de Paternidad Responsable, mediante el que se está previniendo a las jóvenes sobre el temprano embarazo, que es más común dentro de las comunidades rurales.
Leislé Mirlé Rodríguez, directora del Programa de Atención a Menores y Adolescentes en Riesgo (PAMAR), indicó que las autoridades de Poanas están teniendo buenos resultados con el Modelo, a pesar de que no cuentan con los bebés electrónicos, pero calificó como positivo que haya consecuencias óptimas en el programa, pues en las comunidades rurales, por lo general, las adolescentes tienen hijos a edad temprana, según su cultura.
