LONDRES, INGLATERRA.- Esteroides, estimulantes, hormonas, sustancias para elevar los valores sanguíneos e incluso la insulina, se han combinado en cócteles potencialmente mortales por atletas de élite en las pruebas de pista, de acuerdo con las pruebas recogidas por investigadores federales estadounidenses.
Los límites a los que los atletas están preparados a llegar para ganar algunas décimas de segundo han sido documentados durante la investigación sobre el laboratorio BALCO.
Como resultado de la misma, la doble campeona mundial de los 100 y 200 metros planos Kelli White, y el ex medallista de oro olímpico en la posta de los 4x400 metros Alvin Harrison, ambos estadounidenses, fueron suspendidos después de admitir haber tomado el esteroide THG (tetrahidrogestrinona).
El actual plusmarquista mundial de los 100 metros, Tim Montgomery, pareja de la triple medallista olímpica Marion Jones, ha sido acusado de serias violaciones del antidopaje, mientras que el dueño de BALCO, Victor Conte, declaró la semana pasada que había suministrado a dicha atleta THG y el potenciador de sangre EPO (eritropoyetina).
“No puedo probar esto en un tribunal, pero desde luego creo firmemente que la mayoría de los records olímpicos y mundiales establecidos en el último medio siglo han sido conseguidos con la asistencia de drogas”, declaró el investigador estadounidense Charles Yesalis en una entrevista.
“Durante años he escrito que hay científicos deportivos que esperan como los buitres en los árboles a que salgan los nuevos descubrimientos médicos de las fábricas”.
La investigación sobre el caso BALCO comenzó después que Trevor Graham, el antiguo entrenador de Montgomery y Jones, enviara una jeringa que contenía la hasta entonces indetectable sustancia THG a la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA) en junio de 2003.
White y Harrison admitieron posteriormente haber tomado una combinación de sustancias prohibidas. Además del THG, aparentemente ambos consumieron EPO, HGH (hormona del crecimiento humano), el estimulante modafinil e insulina.
Factor común
Don Catlin, director del Laboratorio Analítico Olímpico de Los Ángeles, que identificó el esteroide THG, cree que BALCO es el factor común entre estas drogas.
“Ellos (los atletas) cambiaban”, dijo. “Cambiaban de una a otra. Una era conocida durante una temporada, y entonces el turno era de otra”. Catlin explicó que las drogas incluían una sustancia conocida coloquialmente como “la crema”, una mezcla de testosterona, que incrementa la potencia muscular y otra hormona, la epitestosterona.
Se supone que la testosterona es administrada artificialmente si la relación con la epitestosterona es mayor de seis a uno.
“Esta gente diseñó una crema que se puede usar y tenía un ratio de testosterona a epitestosterona de alrededor de 20 a uno”, dijo Catlin.
“Una persona promedio tiene una relación uno a uno. Si esa persona consume testosterona y automáticamente la testosterona pasa de uno a 100 y su epitestosterona va de uno a 100, la relación sigue siendo uno a uno. Pero ellos tienen 100 veces más testosterona, eso es lo que hacen. Muy inteligente”, agregó.
La EPO ha sido asociada normalmente con los atletas que participan en pruebas de resistencia, como los ciclistas, los esquiadores y los corredores de fondo. Las pruebas recogidas en la investigación sobre BALCO sugieren que también está siendo consumida por velocistas.
“Ahora todos usan EPO”, explicó Catlin. “Es claro que pasó a los corredores de distancias cortas”.
Enfermedad del sueño
Vivian James, profesora británica de patología química, dijo que no hay razón para que tanto corredores de distancias largas o velocistas consuman EPO.
“Incrementa el número de células rojas en la sangre”, dijo.
“Para un velocista es igual de importante que para un ciclista o un corredor de larga distancia”.
El modafinil apenas había sido registrado por las autoridades antidopaje hasta que White dio positivo tras su gran actuación en los mundiales de París del año pasado.
La atleta dijo que sufrió de narcolepsia, enfermedad que genera accesos irresistibles de sueño profundo.
En cuanto a la hormona del crecimiento, que es producida por el propio cuerpo, resultó difícil aprobar un control que la detectase, aunque finalmente se desarrolló uno para los Juegos Olímpicos de Atenas en agosto.
También está la insulina, que potencialmente es la sustancia más peligrosa que utilizan los atletas con pocos escrúpulos. Esta hormona segregada por el páncreas ayuda a absorber el azúcar del flujo sanguíneo.
“Eso afecta a la producción de la hormona del crecimiento y es indetectable”, dijo Yesalis.
Efectos secundarios
James cree que hay atletas preparados para tomar una variedad de sustancias muy diferentes al mismo tiempo.
“Siempre hay gente dispuesta a asumir el riesgo”, afirmó.
Lo mismo opina el médico deportivo Gary Walder, miembro de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA).
“El abuso múltiple de drogas es muy, pero muy común”, declaró.
“Ver que hay atletas que usan muchas sustancias no es sorpresa”.
¿Cuáles son los efectos a largo plazo de estas sustancias? Catlin dijo que el HGH tiene “una serie de efectos secundarios que no son buenos para una persona normal. El corazón crece, con el tiempo las manos también y la ropa no te sirve”.
James añadió que: “tienes un crecimiento de los huesos irreversible”.
¿Y con la insulina? “Si tienes una sobredosis, produce la muerte”, afirma Yesalis. “Eso no es ningún secreto”.