PARÍS, FRANCIA, (Agencias).- Hace tiempo que a la estrella de cine Gérard Depardieu no le basta su papel de actor francés más conocido del mundo. A finales de los años 80 descubrió en su Chateau de Tigné, en Anjou, en la región del Loira, las alegrías que trae el cultivo de viñedos.
A su primera cosecha le siguieron varias más, sobre todo en la zona de Burdeos y siempre en estrecha colaboración con el veterano ex comerciante de vinos y viticultor Bernard Magrez. Con el tiempo, los dos han creado un pequeño imperio vinícola que llega hasta lo más profundo de América Latina.
El protagonista de Cyrano de Bergerac, un reconocido sibarita y adicto al trabajo, considera que los paseos por los viñedos y las conversaciones sobre tipos de cepas son un medio ideal contra el estrés. "Lo que cuenta son los actores y lo que escenifican (en el viñedo)", explica este "peso pesado" del cine galo comparando la viticultura con lo que sigue considerando el "arte primordial", el cine.
