EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- María Elena lo vio todo. Sentada junto a una mesa de plástico, mientras disfrutaba su almuerzo, la niña de 13 años fue testigo del desigual accidente. Una camioneta antigua, embistió a un joven ciclista que fue lanzado casi diez metros y acabó estampando su cabeza contra un camellón.
La desagradable escena fue percibida a las 9:45 horas, desde el puesto de gorditas ubicado a un costado de las oficinas de Seguridad Pública y Tránsito Municipal, sobre el bulevar Rebollo Acosta. Precisamente fueron los primeros en llegar, los agentes de vialidad y elementos del Grupo Operativo de Reacción Inmediata.
Tirado en el pavimento, adoptando una posición fetal, tembloroso, adolorido y con su cabeza sangrando moderadamente, se quejaba Ismael González Aldaba de 24 años, vecino de la calle Benito Juárez 950 de la colonia El Foce.
“No te muevas, tranquilo, ya viene la ambulancia”, decía en voz baja un elemento del GORI que se abocó a reconfortar y brindar protección al joven malherido. Mientras tanto, el presunto responsable del accidente descendió de su camioneta aturdido y de inmediato fue abordado por los oficiales.
Alfonso Murillo Alonso de 54 años, con domicilio en el pasaje Papagayo 104 de la colonia Mayagoitia, conducía una camioneta Dodge modelo 1965, color verde con amarillo, placas FN 68232. El vehículo se desplazaba a velocidad inmoderada por el Rebollo Acosta de norte a sur. Al frenar dejó un derrape de ocho metros.
Los curiosos se aglomeraban, Ismael se dolía del brazo izquierdo y de su cabeza que seguía sangrando. “Es que el de la camioneta no se fijó, el muchacho salió de la calle y se quiso pegar al camellón pero le pegó el señor...”, decía María Elena.
A las 9:55 horas, la ambulancia todavía no llegaba. Un joven ciclista se acercó, era primo del lesionado. “¿Estás bien? ¿Ya avisaron en la casa?”. Ismael hablaba muy bajo, no se le entendía, trataba de decir que estaba bien.
La sirena de la ambulancia se empezó a escuchar. La gente volteaba al norte para localizarla. La ambulancia apareció pero hubo un error. Al circular por la calzada Lázaro Cárdenas, dio vuelta rumbo al Periférico. Los agentes de Tránsito y Policía se comunicaron por radio para dar la ubicación correcta.
Los Técnicos en Urgencias Médicas llegaron al lugar del accidente, unas breves preguntas al lesionado permitieron analizar la situación, la camilla fue requerida, el joven ciclista fue atendido con cautela; entre tres policías y los dos socorristas lo levantaron y condujeron a la ambulancia.
El conductor de la camioneta fue trasladado a la oficina de Tránsito y posteriormente a las celdas de la Policía Ministerial. La ambulancia se retiró. Los curiosos se dispersaron. En el camellón central del Rebollo Acosta, sólo quedó plasmada la indolente mancha de sangre.
