EFE
PEKÍN, CHINA.- El número de muertos por la explosión de gas ocurrida el domingo en una mina de carbón en la provincia de Shaanxi aumentó a 63, y hay escasas esperanzas de encontrar con vida a los 103 mineros desaparecidos, informaron ayer fuentes oficiales.
La agencia estatal Xinhua destacó que si se confirman los temores y ninguno de los trabajadores atrapados ha sobrevivido se tratará de uno de los accidentes mineros más graves de la última década en China, país donde estos incidentes son muy frecuentes.
El alto índice de concentración de monóxido de carbono en la mina, mortal para el ser humano, dificulta las operaciones de rescate y disminuye las posibilidades de supervivencia de los 103 atrapados.
Un total de 293 mineros trabajaban en el interior de la mina Chenjiashan a las 7:10 de la mañana del domingo 28 de noviembre cuando ocurrió la explosión, y sólo 127 de ellos lograron escapar al encontrarse cerca de la puerta de acceso al pozo.
Al menos 43 de los mineros que escaparon sufrieron graves quemaduras o asfixia y tuvieron que ser ingresados en hospitales.
En la misma mina, conocida por la alta calidad de su carbón pero también por la fuerte concentración de monóxido de carbono, una explosión originó la muerte de 38 mineros en abril de 2001.
La prensa local reveló ayer que los mineros fueron obligados a trabajar pese a las evidentes señales de que podía ocurrir un accidente, ya que una semana antes de la explosión se desató un incendio en uno de los pozos.
El Gobierno de Shaanxi emitió ayer una orden instando a todas las explotaciones mineras con alta densidad de gas en la provincia hullera a detener sus operaciones para ser inspeccionadas.
Se trata del segundo accidente grave ocurrido en una mina estatal china en los últimos 40 días, ya que una explosión el 20 de octubre en el pozo de Daping, en la provincia central de Henan, causó la muerte de 148 mineros y heridas a 32.
