08 de abril de 2004
MEXICO DF, (Reuters) - El desborde de un río en la ciudad de Piedras Negras, en la frontera norte de México, causó al menos 36 muertes, mientras los rescatistas continuaban el jueves las labores de búsqueda de 19 víctimas desaparecidas.
Las autoridades de Piedras Negras, Coahuila dijeron en un comunicado que hasta la mañana del jueves habían encontrado los cuerpos de 15 hombres y 21 mujeres, después de que el domingo el desborde de un río arrasó con un barrio y dañó otros seis.
Lluvias torrenciales provocaron el desbordamiento del río Escondido, que llevó a declarar una emergencia en la zona, que afectó principalmente al barrio de Villa de Fuente, donde la mayoría de sus habitantes cruza diariamente la frontera para trabajar en Estados Unidos.
Para el jueves, el nivel de las aguas del río Escondido se redujo en 57 por ciento y eran escasas las posibilidades de lluvias que pudieran volver a alimentarlo.
Los servicios de electricidad y agua potable fueron totalmente restablecidos en los barrios afectados y se reabrieron varias vías de comunicación, dijeron las autoridades.
Los albergues alojaron a más de 350 personas y ofrecieron alimentos a más de 1,000 damnificados hasta el miércoles, aunque en los días previos atendieron hasta 2,000 personas afectadas.
Algunos damnificados volvieron a la zona del desastre para tratar de recuperar algunos objetos y para esperar la visita de representantes gubernamentales que otorgarían apoyo financiero para la reconstrucción de sus viviendas.
Descalza, con el lodo hasta los tobillos, Armandina Briones se acercó a buscar entre una montaña de ropa y enseres amontonada en la calle en el devastado barrio de Villa de Fuente.
"No quedó nada, yo estaba en Eagle Pass (ciudad de Estados Unidos que hace frontera con Piedras Negras) haciendo el mandado (comprando alimentos) y cuando regresé ya no encontré nada, todo estaba destruido", dijo Briones a Reuters.
Tras el desastre, en las calles de la inundada ciudad podían verse bardas derrumbadas, árboles y postes yaciendo en el suelo, caballos muertos, muebles, escombros y automóviles volcados incluso sobre los techos de las viviendas que resistieron.
Según las autoridades, esta fue la primera vez que se desbordó el río Escondido, un afluente que desemboca en el río Bravo y que por lo general está seco, afectado por la extracción de carbón en la zona y contaminado por descargas de drenaje.