Hay 27 inspectores para la capital del estado
El hambre y el antojo son primero, pero desafortunadamente pocos tenderos que se encuentran en la calle o bien establecidos siguen las reglas y normas de salud.
Existen pocas medidas de higiene en quienes atienden los puestos de comida diversa que expenden barbacoa, tacos o fruta, los comerciantes no observan las más elementales medidas de salud: manos limpias. Falta pulcritud al servir la comida y cobrar por el servicio; no portan cubrepelo, no tienen dónde lavarse las manos, y generalmente el alimento se encuentra a la intemperie, donde hay polvo y contaminación.
Uno de los puestos que está al paso de la gente que se ubica sobre la avenida 20 de Noviembre y privada del Parque Nuevo vende fruta. Ahí mismo se preparan los vasos de melón, piña, jícama, pepino, papaya y sandía, con chile y limón. Los vasos cuestan cinco pesos y las aguas frescas también, de las que se pudieron observar también de distintos sabores.
La fruta se encuentra a la intemperie, no había hielo en ese momento para enfriarla, dice Tomás Torres, responsable del puesto, pero tampoco estaba cubierta. Cientos de automóviles pasan por la avenida 20 de Noviembre, también cientos de personas cada hora. El polvo y la contaminación se encuentran en el medio ambiente. Las uñas de Tomás se encuentran largas y recibe dinero en las manos, con las que prepara la fruta.
Jorge Alfonso Herrera está a cargo de un puesto de barbacoa frente a la sucursal de Telégrafos de México (Telecom). Ahí vende tacos de barbacoa, ojo, sesos, lengua y todo lo que salga de la cabeza. Al igual que Tomás, no cuenta con cubrepelo, aunque afirma que sí atiende a los lineamientos de Inspectores Municipales, que le piden por lo menos que tenga su permiso vigente y el examen de salud, que avale que está sano.
Cada taco vale cuatro pesos. Las órdenes, por lo general, son de cinco pesos y un refresco; sin embargo, cuando la gente paga su consumo, el tendero recibe el dinero en las manos, con las que ofrece el cambio y vuelve a preparar más tacos a los nuevos clientes.
La gente sabe que éste es el procedimiento del vendedor, pero no les importa, ellos comen. También la ?verdura?, como le llaman, compuesta por col, cebolla y cilantro se encuentra a la intemperie.
Ángel Cruz Santos, igual que sus parientes, vienen de Veracruz, ya tienen 16 años en Durango y se dedican a la venta de barbacoa, junto al taller ?Muelles El Caballo?. Ahí también venden la famosa ?pancita? que va junto con la carne en una gran vaporera.
Se encontraban sólo unas tres personas comiendo tacos, mientras que otros sujetos acomodaban grava. Salía gran cantidad de polvo junto a la comida, pero los comensales ni se inmutaron. Sólo uno de ellos volteó algo la cabeza, como en señal de desaprobación, pero siguió comiendo.
En el recorrido que realizó este medio de información también se observaron otros puestos, como el que expende birria, ubicada en la calle Luna y bulevar Dolores del Río, en donde también los tenderos cobran y despachan la comida, etcétera. En el primer cuadro de la ciudad existe gran cantidad de puestos que venden comida durante día y noche.
La mayor parte de los vendedores dijeron que los inspectores municipales los visitan alrededor de cada mes.
El cuerpo de inspectores municipales cuenta con 27 elementos, que deben cubrir no sólo los puestos de comida no establecidos, sino también otras actividades, como la vigilancia del horario de venta de las bebidas alcohólicas en tiendas y minisúper; a su vez, se encargan del control del horario de venta de bebidas etílicas en restaurantes y bares y otras actividades que les asignan dentro de sus múltiples tareas.
Semana epidemiológica 17
Se incrementan las enfermedades gastrointestinales entre ocho y diez por ciento con respecto al primer bimestre del año, según los Servicios de Salud de Durango (SSD), pero se mantienen en forma similar al comportamiento del 2003 en el mismo periodo.
Hasta la semana epidemiológica número 17, los SSD han reportado que en todo el sector salud se han realizado 24 mil 381 consultas, de las que se derivan siete mil 444 a menores de cinco años de edad y mil 510 a personas de 65 y más años.
Los padecimientos se registran a través de los cuadros diarreicos que padece la población, por lo que se recomienda no ingerir alimentos en la calle cuando se observe que su preparación y manejo son desconfiables.
Los SSD sugieren la refrigeración de los alimentos, la ingesta de agua clorada o hervida y la desinfección de cisternas y tinacos.
Por el momento, los SSD están realizando actividades coordinadas con la Secretaría de Educación del Estado de Durango (SEED), el Sistema Descentralizado de Agua Potable y Alcantarillado (Sideapa) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua), para tomar las medidas pertinentes en infraestructura y limpieza de tuberías y redes hidráulicas, para evitar posibles brotes de padecimientos como la salmonela, la tifoidea o hepatitis.