Aun sin Reforma Fiscal se obtienen 212 millones de pesos más en 2003.
MÉXICO, DF.- El Gobierno y las paraestatales en México aumentaron el año pasado sus ingresos en 212 mil millones de pesos con respecto a 2000, cifra 57 por ciento superior a la que se buscaba obtener con la Reforma Fiscal, según cifras de la Secretaría de Hacienda.
Los ingresos públicos en el años 2003 ascendieron a 1.6 billones de pesos.
La propuesta de homologación del 15 por ciento de Impuesto al Valor Agregado (IVA) presentada al inicio del actual Gobierno pretendía subir los ingresos públicos en dos puntos del PIB, que el año pasado fueron equivalentes a 135 mil millones de pesos.
De este modo, el Gobierno contó en 2003 con más recursos de los que se hubieran obtenido con la reforma propuesta, lo que permitió financiar principalmente el aumento del gasto corriente.
De acuerdo con cifras de la Secretaría de Hacienda, en 2003 los ingresos petroleros adicionales sumaron 75 mil millones de pesos respecto 2000, lo que significa más de la tercera parte del incremento obtenido.
En contraste, sólo el 31 por ciento de los ingresos adicionales fue obtenido por mayor recaudación de IVA e Impuesto Sobre la Renta.
El resto provino de otros impuestos así como de ingresos de otras empresas públicas.
Sin embargo, expertos advirtieron de la fragilidad de este tipo de incrementos.
José Luis Machinea, secretario ejecutivo de la Comisión Económica Para América Latina (CEPAL) consideró que las finanzas públicas son vulnerables cuando los mayores ingresos provienen del petróleo.
“Los países de la región ya han experimentado este error en el pasado, cuando ante un aumento de la actividad económica o en sus productos de exportación aumentaron el gasto público más allá de lo razonable.
“Estos fenómenos pueden ser relativamente coyunturales, ésa es la diferencia con una Reforma Fiscal más estructural”, dijo.
Aunque México se beneficia de los altos precios del petróleo, agregó, sería un error considerar que esas cotizaciones serán sostenibles en el mediano plazo.
Humberto Panti, director asociado de Finanzas Públicas de la calificadora FitchRatings, afirmó que una parte de los ingresos excedentes de 2003 se repartieron entre los estados del país, que a su vez los recibieron etiquetados para ser empleados en proyectos de infraestructura e inversión.
Panti explicó que el problema radica en que si los estados tienen ingresos extraordinarios, pueden destinar una parte de esos recursos para cubrir sus programas iniciales de inversión y otra parte puede ser utilizada para gasto corriente u otras transferencias no etiquetadas.
“Esto pudiera ocasionar un problema, ya que si en el próximo año (2004) dichos recursos no se dan, pudieran afectar los niveles de inversión”, apuntó.
