El precio de la tortilla está liberado
El aumento a la tortilla es exagerado, opinaron ayer amas de casa que también, en su mayoría, culparon al Gobierno del Estado y a la Unión de la Masa y la Tortilla de esta situación, de acuerdo con un sondeo realizado por el Departamento de Investigación de El Siglo de Durango.
De las personas encuestadas, un 87 por ciento manifestó su desacuerdo porque las tortillerías cierren los domingos, y un 63 por ciento expresó su preferencia por las tortillas de maíz y sólo un 37 por ciento por las hechas con maseca.
Un 90 por ciento de las personas consideró que el nuevo precio era exagerado y solamente un diez por ciento lo calificó de justo; además, un 37 por ciento de los encuestados culpó a los tortilleros, un 20 por ciento al Gobierno y un 43 por ciento a ambos.
En cuanto a las ventas, opinaron que les parece mejor que se expenda la tortilla en las tiendas porque es más rápido, están los lugares más cercanos a las casas, y porque hay de maíz y de maseca. El siete por ciento prefirió las tortillerías porque siempre están calientes y son más baratas.
La señora Velia Gasca Pérez, con domicilio en privada Escandio 2001 de la colonia Luis Echeverría, expresó que con los nuevos precios ?ya no vamos a comer tortilla?, porque subió de cinco a siete pesos, lo que consideró exagerado. Pero dijo que en otras partes, como en Súchil, donde vive su mamá, se consiguen más caras, hasta a ocho pesos.
?Afortunadamente yo solamente compro un kilo de tortilla diario, pero mi mamá compra cinco o seis diariamente, y a eso precio, pues no sé ahora cómo le va a hacer?.
Su vecina, Ana Hernández Muro, con domicilio en calle Selenio No. 103 de la misma colonia, dijo que fue mucho el aumento a la tortilla. Es todavía hija de familia y vive con su mamá y su hermana, y todos los días compra un kilogramo.
Sin embargo, dijo que su papá es pensionado del Seguro Social, y la mensualidad es muy raquítica.
La señora Josefina Ramírez Orozco, con domicilio en calle Lucha Popular de la colonia Emiliano Zapata, afirmó que con el aumento le dieron una ?atrasada? en el gasto diario. Dijo que la situación ha empeorado con el actual Gobierno, y externó que prefiere que las cosas regresen a como estaban antes.
Por su parte, Guadalupe Corona Ávila, quien vive en el número 445 de la misma calle, dijo que ella compra tres kilos al día. Es pensionada y recibe al mes mil pesos, y hace cuentas, y señala que la afectará su economía grandemente.
La tortillería en donde compra se llama ?Milagro? y señala que su higiene y la calidad del producto dejan mucho qué desear, porque en ocasiones le han salido agrias las tortillas, debido a que los encargados revuelven la masa que les quedó de otro día.
Sin injerencia Secretaría de Economía
La Secretaría de Economía ya no tiene ninguna injerencia en el precio de la tortilla, pues quedó liberado desde 1999, pero sí se les puede apoyar en capacitación y apoyos financieros para que se modernicen y cumplan con la Norma Oficial Mexicana NOM-187-SSA1/SCFI-2002, que entró en vigor desde el pasado 18 de febrero y que la Secretaría de Salud es la encargada de hacerla cumplir.
Bonifacio Herrera Rivera, delegado federal de la Secretaría de Economía, explicó que anteriormente sí estaba controlado el precio de la tortilla para garantizar que la mayor parte de la población tuviera acceso a ese producto. Esto fue durante las décadas de los ochentas y noventas.
De acuerdo con los antecedentes, el 31 de diciembre de 1998 se publicó, en el Diario Oficial de la Federación, la liberación del precio controlado de la tortilla y como consecuencia se daba por terminado el subsidio a este producto. No obstante, en 1999 en Durango se firmó un acuerdo entre la entonces Secofi, Gobierno del Estado, la Conasupo, que aún existía, la Profeco, los Industriales de la Masa y la Tortilla y la Asociación Agrícola del Valle del Guadiana. Después de este año, se liberó totalmente el precio de este producto.
Posteriormente, en el año 2002 se estableció la Norma Oficial Mexicana 187-SSA1/SCFI-2002, la cual se publicó el 18 de agosto del 2003 y entró en vigencia el pasado 18 de febrero del 2004. En este caso, es la Secretaría de Salubridad y Asistencia la instancia competente para verificar que se cumplan las disposiciones que señala dicha norma y en donde el principal objetivo es garantizar la calidad e higiene con que se elabora, distribuye y comercializa el producto.
En lo que corresponde a la Secretaría de Economía, indicó el declarante que ellos cuentan con recursos para otorgarles a los industriales de la tortilla la capacitación que requieren para su modernización, la cual se impartiría sin ningún costo.
De la misma manera, se impartirían talleres de cultura empresarial, gratuitamente. En lo que se refiere a las consultorías que la propia dependencia puede impartirles, les generaría ya un costo a los industriales que así lo soliciten, como parte del Comité Nacional de Productividad e Innovación Tecnológica, para elevar sus niveles de competitividad, impartiendo diversos talleres.
También se cuenta con recursos de la Fundación para el Desarrollo Sostenible de México (Fundes), para promover el desarrollo de las micros, pequeñas y medianas empresas, además de apoyarlos en la conformación de empresas integradoras y en el registro de las marcas, para impulsar esa industria.
No obstante, indicó que antes de otorgar todos estos apoyos es necesario revisar si los industriales no han incurrido en prácticas ilegales con los acuerdos que han tomado, desde el incremento al producto, como condicionar la venta a las misceláneas y minusupermercados, además de no comercializar su producto los domingos, para no incurrir en ninguna irregularidad.
DIPUTADOS
La politización de las tortillas
Los partidos de la Revolución Democrática y Duranguense protestaron ayer por el aumento que sufrió el precio de la tortilla porque lesiona a las familias de más escasos recursos económicos.
Por separado, Soledad Ruiz Canaán, presidenta estatal del PRD, propuso al Gobierno del Estado un programa especial de subsidio para bajar el costo, considerando que es un producto de primera necesidad.
Alfredo Salas Andrade, dirigente del PD, exhortó a la Procuraduría Federal del Consumidor y a la Secretaría de Desarrollo Económico del Gobierno del Estado a que detenga el aumento arbitrario de casi el 50 por ciento que aplicó un grupo de industriales tortilleros.
Además, anunció una movilización popular en próximos días para protestar ante la Secretaría de Economía por la iniciativa de los industriales de la masa y la tortilla que también pretenden modificar los mecanismos y conductos de comercialización.
Por su parte los diputados acordaron enviar una excitativa a las autoridades federales y estatales competentes, para que se lleve a cabo una revisión sobre los costos comerciales de la tortilla y se gestionen los trámites necesarios para regresar al sistema de subsidios.
Los legisladores consideraron que es negativo para la economía familiar el incremento unilateral al precio de la tortilla, además de que al modificar esquemas de distribución los industriales del ramo incurren en prácticas monopólicas.
La propuesta original emanó del diputado del Partido del Trabajo Sergio Carrillo. Sin embargo, se declaró un receso para incorporar al punto de acuerdo, solicitar a la Comisión Legislativa del Congreso de la Unión realizar las acciones necesarias para regresar al sistema de subsidios en el caso de la tortilla, de tal manera que los incrementos en los precios no afecten a las familias de escasos recursos económicos. Los integrantes de la bancada panista, salvo Laura Elena Estrada, se abstuvieron de votar, por lo que fueron 14 los sufragios a favor.
El argumento de los panistas fue estar de acuerdo en que la excitativa se enviara a la Secretaría de Economía del Estado y a la Profeco, para que se analizara el marco legal del incremento a la tortilla, pero rechazaron que se incluyera a otras instancias federales para plantear el regreso al sistema de subsidios.
El diputado Sergio Carrillo fundamentó su propuesta de punto de acuerdo en los siguientes considerandos: Que desde hace algunos años fue eliminada en nuestro país la política gubernamental de control de precios. Merced a los criterios neoliberales que rigen la economía, el Estado retiró todo control de precios sobre productos y servicios, que se consideran básicos y elementales para la subsistencia familiar, tales como los alimentos, medicinas, vestidos, útiles escolares y transporte, incluidos en la denominada ?canasta básica?.
Sin ningún control gubernamental sobre los precios y servicios, algunas organizaciones de industriales y comerciantes se han organizado para imponer tarifas y sistemas de control del mercado al gusto de su interés y conveniencia particulares, sin considerar para nada las condiciones de deterioro progresivo del salario, el desempleo y en general las condiciones económicas precarias en que vive la mayoría de la población.
Puso por ejemplo de lo anterior incrementos del 50 por ciento en las tarifas del transporte urbano y en el precio de la tortilla.
Consideró más grave el relativo a la tortilla, que se trata de un componente de la dieta alimenticia de la población de escasos recursos. La decisión unilateral de una parte de los propietarios de las tortillerías, la pasividad de Profeco y de la Secretaría de Desarrollo Económico, al permitir que se eleve el valor del alimento de cinco a 7.50 y hasta ocho pesos el kilogramo, debe denunciarse como un caso de verdadero atentado a la economía familiar.
INCUMPLIMIENTOS
IMPLICACIONES DE LA NOM-187-SSA1/SCFI-2002
Hay ciertas normas con las que deben cumplir los industriales de la masa y la tortilla, algunas no se respetan.
- Buenas prácticas de higiene y sanidad en los establecimientos.
- Utilización de plaguicidas autorizados por la Secretaría de Salud.
- Control documental de los procesos (uso de bitácoras).
- Condiciones de aseo del personal que procesa y comercializa el producto.
- Materias primas con características apropiadas para el consumo humano.
- Transporte utilizado para la distribución del producto.
- Características físicas, químicas, microbiológicas, niveles máximos de sustancias contaminantes y aditivos para alimentos.
- Especificaciones nutrimentales.
- Información comercial y sanitaria del producto.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.
