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ASUNCIÓN, PARAGUAY.- Bomberos y militares de Paraguay retomaron ayer la búsqueda de restos humanos en el local de un supermercado que se incendió, y que dejó casi 400 muertos, ante el reclamo de decenas de personas con familiares desaparecidos.
Aunque la tarea de retiro de cuerpos concluyó una semana después del siniestro, que se produjo el primero de agosto, la fiscalía autorizó el ingreso de agentes a un sector del edificio donde el techo se desmoronó, para llevar a cabo una nueva inspección.
Los familiares de 49 personas reportadas como desaparecidas pidieron reanudar los trabajos de búsqueda pues creen que bajo los escombros hallarán algún rastro de sus seres queridos, luego de casi tres semanas de angustia.
“Yo busco a mi mamá y tengo todavía la esperanza de encontrarla aquí, entre los escombros”, dijo a periodistas Pedro Zarza, mientras recorría el interior del local vestido con un uniforme de bomberos.
La inspección debió comenzar el miércoles pero fue postergada para apuntalar la débil estructura del edificio y evitar derrumbes.
“Hemos encontrado un hueso y algo de cabello, y los remitimos a los forenses para que determinen si son restos humanos. La tarea continúa, a pesar del riesgo de derrumbe”, dijo a periodistas Carlos Torres, jefe del Cuerpo de Bomberos Voluntarios.
La semana pasada fueron sepultados 42 cadáveres no identificados y unos 50 restos humanos, de los que se extrajeron muestras enviadas a España para análisis genéticos.
Los peritos que investigaron las causas del incendio, que según se determinó se inició por la acumulación de grasa y hollín en una chimenea, dijeron que su ferocidad hizo que muchas víctimas quedaran irreconocibles y otras tantas reducidas a cenizas.
La Fiscalía General del Estado dijo que 319 personas identificadas fallecieron en el incendio.
Poco antes de que se reanudaran los trabajos de inspección, alcaldes de Chile, Bolivia y Argentina recorrieron el lugar del siniestro.
“En Latinoamérica se sintió como un dolor propio esta desgracia. Entendemos que las consecuencias de algo así no sólo pasan por lo inmediato y por eso vinimos a expresar nuestra solidaridad”, dijo el jefe de Gobierno de Buenos Aires, Aníbal Ibarra.
La visita de las autoridades municipales se produjo en momentos difíciles para el intendente de Asunción, Enrique Riera, a quien muchos responsabilizan por la falta de fiscalización de grandes edificios como el del supermercado que sucumbió a las llamas.
Riera debió abandonar entre abucheos una celebración religiosa en memoria de las víctimas el fin de semana y sus guardias se enfrentaron a golpes con políticos opositores y otros asistentes al evento.
