EL SIGLO DE TORREÓN
MATAMOROS, COAH.- Aunque presenta ciertas mejoras, el rastro municipal de Matamoros no cuenta todavía con la calidad que prometió el administrador, Javier Burciaga Vázquez, quien dijo que en dos meses estaría muy cerca de ser Tipo Inspección Federal (TIF).
En ausencia del administrador, el médico legista del rastro, Manuel Piedra Soto, confesó que aún no se realizan los avances prometidos por Burciaga Vázquez, pero dijo que se estaba cumpliendo con los señalamientos que les había realizado la Jurisdicción Sanitaria número seis.
“Estamos haciendo todo lo posible porque cada vez menos toque el animal el piso y esté menos a la intemperie”, manifestó.
Entre las mejoras está que los tablajeros ya no “pelan” la vaca en el suelo, sino que levantan el cuerpo y de ahí en adelante el animal no vuelve a tocar el piso. Sin embargo, el proceso de desangrado sigue siendo con la res tumbada junto a la rejilla del desagüe.
Piedra Soto comentó que ya contaban con una serrucha eléctrica, con un valor de 60 mil pesos aproximadamente, pero el administrador se la había llevado a su casa debido a que recientemente abrieron el lugar para robarlos.
El lavado de menudo ya tiene un sitio destinado para ello, pues anteriormente se realizaba a la intemperie. También, se adquirió una máquina para esta actividad, con capacidad para 50 vísceras en media hora. Sin embargo, hay inconformidades entre los matanceros porque con la modernidad y tecnificación del rastro, cada vez se necesita menos personal.
“Eran ocho personas las que lavaban los menudos manualmente, ahora sólo es una la que utiliza la máquina”, comentó el médico, “y entre más se tecnifique van a sobrar más matanceros”.
El médico insistió en que se estaba tratando de mejorar el lugar adecuándose a los recursos económicos del Ayuntamiento, pues de momento no se contaba con lo suficiente para realizar más adelantos en el proyecto.
SEÑALAMIENTOS
Éstos fueron los señalamientos que hizo la Jurisdicción Sanitaria número seis al rastro municipal de Matamoros.
-Que los tablajeros utilicen equipo de protección, pues sólo los que tienen contacto directo con el animal portan mandil, casco y botas. Únicamente el médico viste el overol, que supuestamente es obligatorio.
-Colocar pintura de aceite en colores claros en las paredes.
-Implementar letreros precautorios sobre lavarse las manos, utilizar el casco, entre otros.
-Poner jabón y papel en los sanitarios. El médico señaló que sí contaban con los ingredientes, pero los guardan en la oficina para que los tablajeros no los desperdicien.
-Colocar el mosquitero en la ventana de la oficina, pues está roto a causa del robo de la semana anterior.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón
