FRANCISCO I. MADERO, COAH.- Antonio Atilano vive en el ejido Santo Niño, donde se encuentra ubicado el antiguo basurero municipal y enterrados en él, dos tanques de malatión, gas que se utilizó en campañas hace varios años contra el dengue y diversas plagas del campo.
El señor pepena cartón, metal y algunos objetos, que busca en el tiradero de desperdicios. Cuenta que lo único que se ha hecho en este sitio es colocar cinta amarilla en señal de protección, además de las múltiples visitas de las autoridades de Salud y personal de la Procuraduría Federal de Protección Ambiental (Profepa).
“Nos hemos estado preguntando: si ellos ya saben que es malo, ¿por qué no se lo llevan?”, manifies-ta, “si creen que es peligroso, ¿qué pasa? ¿por qué sigue aquí? Yo creí que ya desde el lunes no iba a estar”.
El ejidatario explica que integrantes del cuerpo de bomberos acudieron a informar a los “pepenado-res” que no deben acercarse al área señalada. De no ser por eso, confiesa, ya se habría llevado los tanques, pues colecta lámina en su remolque.
Atilano se muestra preocupado, pues dice que en esta temporada los vientos son muy fuertes y teme que puedan acarrear “problemas” a las comunidades aledañas, ya que los pizcadores de algodón han presentado dolores de cabeza y náuseas.
El comandante de bomberos, Andrés Martínez Ontiveros, coincidió con el ejidatario en que han surgido casos de personas con dolores y vómitos luego de haber estado cerca del sitio.
“Todos los tóxicos son un problema, son un veneno”, subrayó, “pero por lo que hemos visto en los tanques, ya tienen corrosión y al haber corrosión es posible que existan derrames”.
Martínez Ontiveros explicó que el material debía ser trasladado por la Profepa a confinamiento, para evitar cuestiones más serias.
“Nosotros hicimos lo que a nosotros nos corresponde, hicimos lo posible por dejar las cosas en manos de quien le toque, está canalizado el problema, pero la cuestión ya es de Profepa”, indicó, “ya saben dónde está el problema, no sé por qué no han actuado en consecuencia”.
En un recorrido realizado ayer por personal de El Siglo de Torreón en el basurero de Santo Niño, aún se encontraron los dos tanques semienterrados de malatión y la cinta amarilla que colocaron alrededor los bomberos ya no cercaba el sitio, pues según los “pepenadores”, “los fuertes vientos la movieron”.
Los ejidos más cercanos al lugar son Santo Niño, San Agustín, Santa Teresa y Luchanas, que pertenece al municipio de San Pedro.