EFE
PEKÍN, CHINA.- Al menos 115 muertos y 15 desaparecidos es el balance provisional de víctimas tras el paso del tifón “Rananim” por las costas de la provincia oriental de Zhejiang, informaron ayer fuentes oficiales.
Además, mil 800 personas resultaron heridas, 185 de gravedad, residentes en su mayoría en la localidad pesquera de Taizhou, donde el tifón hizo acto de presencia a las 20:00 del jueves.
“La mayoría de las víctimas murieron sepultadas al desplomarse sus casas”, señaló el portavoz del Centro de Información de Zhejiang, provincia limítrofe con la municipalidad de Shanghai (20 millones de habitantes), a donde se dirige el tifón.
Según las autoridades, ocho millones 590 mil personas han sido afectadas por el tifón, 42 mil 400 casas han resultado destruidas y 31 mil cabezas de ganado se encuentran desaparecidas, mientras el balance provisional de perdidas económicas asciende a 1.846 millones de dólares.
El “Rananim” -“Hola” en dialecto micronesio- se desplaza en estos momentos en dirección noroeste hacia la capital provincial, Hangzhou, a una velocidad de 25 kilómetros por hora.
El fuerte temporal que se ha desatado en la costa, con vientos de fuerza 12, también ha impedido el regreso a puerto de 63 pesqueros, con una tripulación que supera el centenar, mientras el resto de la flota de la zona se encuentra amarrada.
Los vientos huracanados y el temporal de lluvia también alcanzaron el puerto de Wenzhou, centro de la industria textil china, y Ningbo, segunda ciudad de esta provincia, la más rica de este país.
Las autoridades habían evacuado a cerca de 400 mil personas antes de la llegada del tifón, pero un “brusco cambio de orientación” frustró los planes de prevención y cogió desprevenida a la población de Taizhou.
“El Instituto Meteorológico había previsto en un primer momento que el tifón, acompañado de vientos huracanados y lluvias torrenciales, se dirigía hacia la provincia interior de Anhui”, añadió el portavoz gubernamental.
La fuerza del viento, que alcanzó los 160 kilómetros por hora, y las precipitaciones -300 milímetros por metro cúbico-, han causado “graves daños en las infraestructuras” de Taizhou.
“Proyectos de irrigación y conservación de agua, e infraestructuras de telecomunicaciones han sido inutilizadas, y más de 500 carreteras han tenido que ser cortadas”, precisó.
Además, la población local carece de suministro de agua corriente y teléfono desde la víspera, mientras el fluido eléctrico fue interrumpido por las autoridades para evitar accidentes.
“Desconocemos si el temporal amainará con el paso de las horas. La provincia de Jiangxi y Shanghai son su próximos destinos”, agregó el funcionario, que calificó al “Rananim” como el peor tifón que sacude esta provincia desde 1997.
Según la Estación Meteorológica de Zhejiang, el tifón debería alcanzar la provincia oriental de Jiangxi a media noche, para después debilitarse a medida que se adentre en el interior.
Las autoridades de Shanghai han ordenado el interrupción de todas las obras de construcción en la ciudad hasta que se levanten las alertas por temporal, tifones y huracanes, causa de la muerte de decenas de obreros cada año.
Las luces de neón en los establecimientos también han sido apagadas, mientras funcionarios locales han retirado todos los carteles de grandes dimensiones que habitualmente adornan esta ciudad, la más poblada del país.
El primer ministro, Wen Jiabao, ha exhortado a las autoridades locales a centrarse en la prevenir nuevas víctimas mortales y reducir “al mínimo” las pérdidas materiales.
Mientras, las autoridades centrales han emitido la orden de alerta en ocho provincias centrales y orientales, y conminado a la población a resguardarse de la lluvia y los vientos huracanados.