El baile de máscaras de una veintena de indígenas vestidos con trajes típicos fue el espectáculo de inicio y finalización en la visita presidencial de ayer al corazón del municipio de Mezquital.
Atrás había quedado el estigma del conflicto por las tierras de Bernalejo de la Sierra, que hizo famosos a los mezquitalenses a nivel nacional por el pleito que durante seis décadas sostuvieron con ejidatarios del estado de Zacatecas.
Así de folclórico el ambiente, en medio de decenas de sombreros de campo y rebozos multicolores, la vistosa llegada del presidente Vicente Fox Quesada se registró a las 12:30 horas en el paraje El Guamúchil, de la comunidad indígena de Santa María de Ocotán y Xoconoxtle.
Lo acompañaban el gobernador del estado de Durango, Ismael Hernández Deras, y Xóchitl Gálvez Ruiz, titular de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas.
Ocurrente y ajena a las formalidades, Xóchitl Gálvez fue la encargada de recordar que su primera visita a la región tepehuana de Mezquital era para interceder y buscar la solución del pleito de Bernalejo, que llevaba 60 años vigente entre tepehuanos y zacatecanos.
Vestido de color café claro, el Presidente descendió del helicóptero en compañía del gobernador de Durango, Hernández Deras, en quien predominaba el color azul marino de la ropa. Mientras tanto, tepehuanos, mexicaneros y huicholes aguardaban de pie a que se acercaran más al templete los visitantes.
Los nativos sabían del primer motivo de la visita de Fox e Ismael a su tierra: la inauguración del remodelado Puente Guamúchil, con una inversión cercana a los cinco millones de pesos.
Pero, acostumbrados al mezcal y a la cerveza caliente, a la oscuridad y la ausencia de desarrollo, eran incrédulos del segundo ofrecimiento que implicaba la electrificación de sus comunidades.
El sol que pegaba con fuerza como en las tardes de verano envolvía el ambiente de camaradería que de inmediato quiso imponer el mandatario del país con los indígenas, al saludarlos de mano y platicar con ellos durante un buen rato después de su arribo al paraje.
-?¿Cómo están, amigochos y amigochas??, les dijo a los indígenas el guanajuatense a su llegada, con el típico lenguaje que tanto ha dado materia para las parodias. En tanto que el Gobernador de Durango platicaba con el alcalde de Mezquital, Santiago Soto Lugo.
El evento era multifacético: serviría para anunciar la electrificación de 36 comunidades indígenas del Mezquital, la continuación de la carretera a Tepic, Nayarit, y la reposición del Puente Guamúchil.
Pero también sirvió para que el presidente Fox hiciera un llamado a la unidad de los mexicanos y la referencia de que su lucha seguirá vigente para mejorar el Presupuesto Federal de Egresos del año entrante.
Xóchitl Gálvez, por su parte, siendo la primera en participar en el acto protocolario, fue clara al advertir: ?...Los indígenas quieren ver resultados. Ya están hartos de que les mientan y les prometan cosas. Aunque a veces sé que en mi lenguaje cotidiano ching... mucho, discúlpenme, pero aquí están los resultados... y al Gobernador lo quiero comprometer para que nos ayude más?.
Luego anunciaría que la inversión requerida para electrificar 36 comunidades tepehuanas es de 222 millones de pesos, mismos que harían posible la terminación de este proyecto para septiembre del 2006.
En forma intermitente los detalles chuscos desataban risotadas inesperadas entre los asistentes y los propios invitados.
Como la interrupción de las primeras palabras del Presidente porque una avispa volaba alrededor de su rostro, mientras el comentario presidencial era: ?¡Ay!, ¡ay!, ¿quién me mandó esta avispa?, ... ¿no andan aquí los de la oposición??.
Cuando el sol de la media-tarde se ensañaba más con los casi tres centenares de asistentes que adornaban el paraje de El Guamúchil, el discurso final, el del Presidente de la República, amenizó el protocolo al pedir a los indígenas danzantes que volvieran a tocar sus violines y a realizar sus coreografías.
Así concluyó la agenda de una visita presidencial por una zona lejana y marginada del municipio de Mezquital, Durango.
