EL SIGLO DE TORREÓN
COMARCA LAGUNERA.- Los números son preocupantes. Los menores infractores detenidos en la Comarca Lagunera de Coahuila y Durango, incurren en delitos a muy temprana edad. El promedio de infractores bajó en los últimos años de 16 a 12 años de edad, incluso hay casos de menores de diez años con fuertes conductas antisociales.
“Es un fracaso en la política de educación, laboral y de la misma sociedad. No hemos encontrado la calve ya no para acabar con el problema, sino para reducir los índices en la edad de los menores”, señala David Omar Sifuentes Bocardo, segundo Visitador de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Coahuila.
Para el funcionario, la lectura de los menores internados en la Residencia Juvenil a tan corta edad muestra un mal funcionamiento de los sistemas de educación pública y asistencia social, situación que marca una flagrante violación a los acuerdos en materia de Derechos Humanos que establece la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La falta de oportunidades laborales y sociales que enfrenta la mayoría de los jóvenes en México genera un aumento en el número de adolescentes que asumen conductas delictivas. La mayoría enfrenta violencia intrafamiliar, asociado con el encuentro con las drogas.
“El principal factor es la pobreza, si no se atiende difícilmente se van a obtener resultados: Las autoridades deben luchar para mejorar la calidad de vida de las personas”, dice el defensor de los Derechos Humanos.
Por otro lado, el Segundo Visitador reconoce que sí hay esfuerzos grandes por parte del Gobierno, pero la magnitud del problema muestra que se requiere de mayor energía para abatir el preocupante índice de criminalidad infantil.
También en Durango...
En el Centro de Observación y Orientación para Menores Infractores (COOMI), se tienen registros de menores infractores que ingresaron a los 12 años por delitos patrimoniales.
Patricia Fuentes Castro, directora del Centro, coincide en señalar que hay una tendencia a la baja en la edad de los jovencitos que requieren de atención al resultar probables responsables de alguna pena.
La ausencia de valores y la falta de sentido de pertenencia a la familia, además de sentimientos de afectividad positiva, son factores constantes en el análisis psicosocial de los nuevos residentes del COOMI, que también alberga a menores de la Comarca Lagunera de Durango.
“La descomposición de la familia genera cada vez más problemas sociales, los programas de prevención deben dirigirse al enriquecimiento de los lazos afectivos en el interior de los hogares”, concluyó Patricia Fuentes.