Jugaron 12 partidos entre Libertadores e Interliga, solamente dos descalabros en su peregrinar
El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- La exitosa participación de los Guerreros del Santos Laguna concluyó en la Copa Libertadores de América, debido a una cobarde atrocidad de árbitros paraguayos, que beneficiaron descaradamente al equipo argentino River Plate.
La escuadra lagunera fue eliminada del torneo continental por la misma vía como se había clasificado a la máxima competición de clubes de la Confederación Sudamericana de Futbol (Conmebol), cuando el miércoles 14 de enero en el Home Depot Center de Carson, California, dejaron en el camino en serie de penales a los Rojinegros del Atlas.
GRÁFICO: BALANCE COPA LIBERTADORES
La Conmebol había otorgado dos plazas directas para la edición 2004 de la Copa Libertadores a la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut) y ésta a su vez determinaría, mediante el Consejo Nacional y la Rama de la Primera División, la manera de enviar a sus representantes.
Se pensó inmediatamente en los dos últimos campeones del balompié azteca, pero la celosa Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Futbol (Concacaf), exigía que los monarcas mexicanos compitieran en el Torneo de Campeones, por lo que el “premio” para los Rayados del Monterrey y los Tuzos del Pachuca, fue la no participación en el Torneo Interliga (selectivo para la Libertadores).
Como se había hecho años atrás con el promotor Eduardo Aguirre, la Femexfut decidió realizar una eliminatoria en la Unión Americana, por la taquilla garantizada, pero se encontraba con el dilema del sistema a jugarse y quiénes conformarían el selecto grupo de participantes.
La Federación optó por clasificar a los ocho mejores equipos que tuvieran la mayor cantidad de puntos acumulados durante los dos torneos de 2003, el Clausura y Apertura, por lo que los Diablos Rojos del Toluca, los Monarcas Morelia, las Chivas Rayadas del Guadalajara y los Guerreros del Santos Laguna, fueron ubicados en el Grupo A.
El sector B fue conformado por las Águilas del América, los Potros de Hierro del Atlante, los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y los Rojinegros del Atlas. Pero había una controversia, no estaban involucrados los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Máquina del Cruz Azul, los dos representantes mexicanos en la edición 2003 de la Libertadores.
Los dos primeros de cada sector disputarían el derecho de asistir a la justa continental como México Uno, en tanto que los dos mejores segundos lugares de cada pelotón buscarían enfrentar al perdedor del encuentro de los ganadores de grupo, para así ser el México Dos.
Las Chivas Rayadas serían el primer rival de los laguneros en su camino por llegar a tan anhelado torneo y a los dos minutos del partido, Omar Bravo abría el marcador para el desánimo de los albiverdes. Jared Borgetti empató rápidamente al minuto cuatro y al diez de la parte complementaria, el orgullo de Culiacancito, Sinaloa, anotaría otro gol para el triunfo santista y sumar tres unidades.
Después llegaría un duro revés ante los michoacanos, dirigidos en ese entonces por Rubén Omar Romano. El hondureño Carlos Pavón con certero cabezazo puso el 1-0, mientras que Matías Vuoso igualó antes de irse al descanso del medio tiempo.
Omar Trujillo marcaría por el equipo purépecha, antes de que Jared Borgetti anotara desde el punto penal y a 12 minutos del final, el pampero Damián Álvarez aprovechó una serie de rebotes en una de las porterías del Estadio Reliant de Houston, Texas, para el 3-2 definitivo.
Se presentaba el encuentro contra los choriceros del Toluca, equipo que contaba con seis puntos y prácticamente tenía asegurado un lugar en la segunda fase. Además, para angustia de los santistas, Miguel Zepeda adelantaba al minuto siete al conjunto mexiquense.
Con todo en su contra y como auténticos Guerreros, los comandados por Eduardo “Yayo” de la Torre le dieron la vuelta al marcador en siete minutos, con tantos de Johan Rodríguez y Héctor López, para conseguir el ansiado triunfo. Tanto Santos Laguna como Toluca y Morelia, acumularon seis puntos, por lo que tuvieron que irse a los criterios de desempate, para definir los equipos que continuarían con vida.
En los juegos entre sí, las tres escuadras mantenían la igualdad, en diferencia de goles también, por lo que llegaron hasta el penúltimo criterio antes del injusto y temido sorteo, donde los laguneros contaban con seis goles anotados por cinco de los michoacanos y cuatro de los toluqueños.
Fue así que los albiverdes jugaron ante el Atlas por el pase a la Copa Libertadores, donde en un partido lleno de dramatismo, que terminó empatado a dos goles, los laguneros se impusieron en tiros desde el manchón penal por marcador de 4-3.
De nueva cuenta Jared Borgetti anotaría por los comarcanos, al igual que Rodrigo “Pony” Ruiz, mientras que el charrúa Carlos María Morales y un autogol de Johan Rodríguez, decretaban la igualdad en tiempo reglamentario.
Borgetti, Ruiz, Cariño y Noriega acertaron los penales, fallando únicamente Peralta. Por los de la Perla de Occidente lo hicieron Manuel Pérez, Fernando Salazar y Daniel Herrera, en tanto que Julio Pinheiro volaría su disparo y Lucchetti se lo atajaba a Morales, para decretarse el paso al torneo continental.
Llegó la Copa
Después de varios contratiempos por la instalación del alumbrado en el Estadio Corona, el martes tres de febrero los Guerreros debutaban en partido nocturno frente a los chilenos de la Universidad de Concepción.
A los ocho minutos, los albiverdes ya ganaban 2-0 con soberbias anotaciones de Altamirano y Noriega, pero el cansancio del partido jugado dos días antes frente a los Camoteros del Puebla hizo mella en los futbolistas locales y los andinos, empataron por conducto de Viveros y Figueroa.
Llegaba la minigira por Venezuela y Brasil, donde rescataron cuatro de seis puntos en disputa, al vencer 1-0 con gol de Vuoso a la Máquina Roja del Caracas, mientras que en gran partido jugado sin su capitán Borgetti, empataron 1-1 contra el Cruzeiro de Rivaldo y Alex, anotando de nueva cuenta el ya popular Mati.
El miércoles diez de marzo, se recibía al equipo de Belo Horizonte, ya sin su técnico Vanderlei Luxemburgo y sin su astro Rivaldo. Vuoso había salido del partido por una herida en la cabeza y el artillero Borgetti realizaba una espectacular jugada con los pies y mandaba el balón al fondo de las redes, para imponerse 1-0.
Una semana después derrotaban 3-1 a los aguerridos venezolanos, que se habían puesto arriba en el marcador, con gol del peruano Paul Cominges, pero otra vez Borgetti, con par de anotaciones y “Tato” Noriega le daban la vuelta a la tortilla.
Ya con el boleto asegurado a la siguiente etapa de la Copa Libertadores, los pupilos del “Yayo” De la Torre empataban otra vez con los andinos de la Universidad de Concepción, con dos bombazos de Paredes y se hacía presente por los laguneros la dupla Borgetti-Vuoso.
River Plate, líder del grupo seis, enfrentaba en los octavos de final al Santos Laguna, que finalizó como el segundo mejor segundo de la competición. Un solitario gol de Cristián Tula, en la parte complementaria, selló el triunfo millonario y enfrió a los miles de aficionados que llenaron el Corona.
En la vuelta, Altamirano y Vuoso le daban la clasificación momentánea a los ahora albinegros en el mismo Monumental de Núñez, pero el chileno Marcelo “Matador” Salas, a 16 minutos del final, mandaba la serie a penales. Los árbitros guaraníes Carlos Torres y Celestino Galván facilitarían las cosas para los bonaerenses y los mexicanos pagarían, como según ellos definirían, el derecho de piso.
Resta pensar en la edición de 2005, porque a México se le otorgarán tres plazas directas, habrá que ver las ideas que se les ocurra a los federativos para enviar a los equipos a la Copa Libertadores, donde los Guerreros tuvieron un papel exitoso al solamente perder un encuentro y derrotar en partido oficial a los orgullosos argentinos del River Plate en su propia cancha.
