La Organización Mundial de Comercio (OMC), acaba de tener en Ginebra, Suiza, una reunión más con la participación de los 147 países que la forman.
Después del fracaso de la reunión de Cancún en septiembre del año pasado, lo que se acaba de lograr en Ginebra parece ser un gran éxito y el inicio de una nueva política mundial de relaciones comerciales.
Los países pobres exigían la desaparición de los subsidios a la agricultura que los países ricos otorgan a sus agricultores. Esta política de subsidios hace que el precio internacional de los alimentos esté por debajo de los costos de producción.
No pudiendo los Gobiernos de los países pobres otorgar subsidios, sus productos agrícolas quedan fuera de mercado. La imposibilidad de exportar los únicos bienes de los que disponen, paraliza el crecimiento de esos países.
En la reunión de Ginebra se llegó a un acuerdo a realizarse gradualmente, en el que los países ricos disminuirán inmediatamente el 20 por ciento de los subsidios que otorgan a la agricultura, para suprimirlos totalmente en el futuro, en nuevas negociaciones; presentando también como posible alternativa, suprimir rápidamente los subsidios a las exportaciones agrícolas a cambio de que los países pobres disminuyan los aranceles de importación de los productos industriales y de los servicios.
Hay productos industriales que tienen en los países pobres aranceles de importación hasta el 40 por ciento. Los países ricos proponen que, en negociaciones futuras, los países pobres disminuyan o incluso para ciertos rubros, eliminen los aranceles.
Se trataría de una estrategia económica mundial en la que todos ganarían. La exportación masiva de los productos agrícolas de las naciones atrasadas les significaría un crecimiento económico sostenido que les permitiría la importación de tecnología y el mejoramiento de los servicios y en un futuro podrían iniciar su industrialización, como ya está sucediendo en países como India y Brasil. Los países desarrollados obtendrían un crecimiento en su economía, expandiendo sus ventas a los países que actualmente no tienen un mercado suficiente para poder entrar en el juego.
Las negociaciones no son fáciles, porque los países que ya tienen un cierto grado de industrialización en los que está surgiendo una clase media acomodada, son economías muy protegidas que temen perder los logros que ya han obtenido.
El gran éxito de la reunión de Ginebra fue que tanto los países ricos como los países pobres aceptaron el proyecto. No se habló de números ni de fechas. Como dijo el Comisionado de Comercio de la Unión Europea se logró un punto intermedio hacia un acuerdo. Las negociaciones comenzarán probablemente en septiembre, prolongándose hasta la próxima reunión de la OMC en Hong Kong, en diciembre de 2005.
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Pemex acaba de cambiar las condiciones que impone a las compañías que concursan para ganar las licitaciones de los distintos bloques de la zona gasera de Burgos. Con la modificación de las condiciones las compañías nacionales podrán participar en los concursos.
Hasta ahora era necesario comprobar experiencia internacional, contar con inversiones de dos mil quinientos millones de dólares en otros países y los contratos se otorgaban por veinte años.
Ahora no se pedirá experiencia internacional, las empresas deben comprobar capital contable de 10.5 millones de dólares y la duración de los contratos será de entre diez y 15 años.
El director de un consorcio regiomontano que integra a más de 120 empresas está seguro de que compañías mexicanas podrán ganar las licitaciones, pues se permite incorporar empresas extranjeras a los grupos, con una participación minoritaria en el capital de consorcio, pero sin tecnología.
Están en puerta dos concursos.
Para el bloque Ricos, un área de 1,740 kilómetros cuadrados, Pemex pagará 1,665 millones de dólares por los trabajos de exploración y producción. Este bloque tiene 321 pozos y está produciendo tres millones de pies cúbicos diarios. Con el nuevo proyecto Pemex espera una producción de 180 millones de pies cúbicos diarios. Las reservas de este bloque se sitúan en 82,000 millones de pies cúbicos.
Para el bloque Pandura-Anáhuac con una extensión de 1,356 kilómetros cuadrados, Pemex pagará 1,200 millones de dólares a la empresa ganadora, para una producción diaria de 145 millones de pies cúbicos. Actualmente este bloque produce 22 millones de pies cúbicos de 140 pozos y las reservas son de 92,000 millones de pies cúbicos.
