La industria automotriz ha tomado otra vez su rumbo. Después de la disminución de producción que tuvo el año pasado, este año se están construyendo el diez por ciento más vehículos que en 2003. Si la tendencia continúa, se perfila la posibilidad de un nuevo récord de un millón cien mil autos para este año, además de una cantidad igual de automotores de exportación.
Hay una oferta muy grande en el mercado automotriz. Además de las empresas que fabrican en el país, como la General Motors, Nissan, Ford, Daimler Chrysler, Volkswagen, Honda y BMW, hay una gama importante de automóviles importados como Audi, Volvo, Saab, Peugeot, Renault, Fiat, Toyota, Jaguar, Seat, Lincoln, Mitsubishi, etc.
En este momento de crecimiento es indispensable facilitar el crédito, que hasta ahora ha estado muy restringido.
La AMDA (Asociación Mexicana de Distribuidores de Automóviles) está en pláticas con la Secretaría de Hacienda, por un lado, con el Buró de Crédito y los Bancos por el otro, para liberar el crédito, de tal manera que la venta de automóviles se haga más fluida.
Es indispensable que los bancos abran el crédito a los distribuidores, para que a su vez éstos puedan otorgarlos a los compradores con mayor facilidad y evidentemente sin sacrificar seguridad. Hubo distribuidores que cayeron en el buró de crédito por haber reestructurado sus créditos durante la crisis del 95. Los bancos les aplican “cláusulas de prevención”, con lo que quedan eliminados como sujetos de crédito. Los esfuerzos que está haciendo AMDA, para aumentar el flujo del crédito están apoyados por los distribuidores de todas las marcas.
La industria automotriz es uno de los pilares más sólidos de cualquier economía, porque dada su magnitud a nivel de escala, es promotora de miles de empleos. En este momento, entre las grandes armadoras y las empresas subsidiarias de la industria automotriz están dando trabajo a más de dos millones de mexicanos. Su crecimiento, en los próximos años, aparece promisorio para el desarrollo económico del país.
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Un sector agrícola que está funcionando bien, es la apicultura. Las exportaciones de miel el año pasado fueron de setenta millones de dólares.
Debido a que el precio internacional de la miel es superior al que se paga en México, los apicultores están enfocando su producción a la exportación. En México, el kilo de miel se paga a 25 pesos, mientras que el precio internacional es de tres dólares el kilo.
Nuestro país ocupa el quinto lugar en producción de miel, pero el consumo interno no ha crecido, porque la miel es más cara que las mermeladas y las cajetas. A eso se debe que el sector prefiera exportar su producto.
En opinión de los directivos de la Unión de Productores, para reconquistar el mercado interno serían necesario inversiones de capital, mejor tecnología y capacitación del personal que maneja los apiarios.
Los más importantes importadores de miel mexicana son Alemania, -el mayor importador mundial de miel- y Estados Unidos.
En opinión de los directivos, México tiene una magnífica oportunidad para diversificar sus compradores de miel, introduciéndose en el mercado europeo, aprovechando el veto que la Unión Europea acaba de imponer a Argentina y a China, por la presencia de esos dos países de la abeja africana.
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A pesar de que debido a la oposición en la Cámara de Diputados no ha sido posible concretar una Reforma Fiscal global, la recaudación tributaria ha mejorado en lo que va del año.
En el primer cuatrimestre del año, se han recaudado por concepto de Impuesto Sobre la Renta (ISR), 144 mil millones de pesos, casi el seis por ciento más que en el mismo período del año pasado.
En el mismo período, se han recaudado como Impuesto al Valor Agregado (IVA), 95.5 mil millones, 8.5 por ciento más que el año pasado.
Si comparamos las cifras de este año con el acumulado de los tres años anteriores del Gobierno de Fox, la recaudación del Impuesto Sobre la Renta ha aumentado 27.6 por ciento y el Impuesto al Valor Agregado ha crecido el 25 por ciento.
Esto significa tres cosas: un mejor control por parte de la Secretaría de Hacienda, un crecimiento importante del número de contribuyentes y un desarrollo moderado, pero real, de la economía del país.
Se están recuperando los puestos de trabajo que se habían perdido –treinta y cinco mil en el mes de abril- y en varios sectores se está iniciando la recuperación.
Estos avances están contrarrestados por el aumento en los precios del acero y del petróleo. En lo que va del año han aumentado un 80 por ciento lo que ha encarecido todos los sectores industriales. Hay un aumento de costos entre un tres y un cinco por ciento en la industria de la construcción, en la fabricación de línea blanca y en todas las industrias que utilizan metales y un aumento de costos en todas las industrias que manejan combustóleos y gas. Estos costos podrían provocar que las proyecciones que se habían hecho sobre la posible inflación se tengan qué modificar.
