EL SIGLO DE TORREÓN
Torreón, Coah.- Caro le resultó a Gerardo Castañeda Gómez enfrentar y ganarle a dos miembros de la pandilla “Los Dickies”, de la colonia Francisco Villa, pues en venganza, regresaron para balearlo, dejándolo gravemente herido, por lo que fue trasladado por la Cruz Roja al Hospital Universitario donde por más de media hora se negaron a atenderlo.
Gerardo quedó a pocos metros de su casa en calle Pirámides del Sol No. 486 de la colonia Francisco Villa, tendido en un charco de sangre luego que la noche del pasado jueves fue baleado por “El Pitufo”, quien andaba en compañía de su hermano “El Juanga”, mismos que horas antes habían sido vapuleados y humillados por el herido.
Los sangrientos hechos se suscitaron poco antes de las 21:30 horas cuando Gerardo, de 16 años de edad, de oficio obrero, salió de su casa para dirigirse hasta el domicilio de su novia con quien pensaba dar la vuelta.
Apenas había caminado medio centenar de metros de donde se localiza su vivienda, cuando se encontró cara a cara con “El Pitufo” y “El Juanga”, con quienes había tenido un pleito por la tarde, en el que resultó triunfador.
Dolidos por la derrota pero más que nada por la humillación de haber resultado vencidos por una sola persona, los pandilleros de la banda “Los Dickies” tenían que sacarse la espina a como diera lugar y por ello acudieron hasta un lugar donde guardaban una pistola, con la que regresaron a buscar a quien los había avergonzado.
Por eso acudieron hasta el domicilio de Gerardo, pues sabían que a esas horas salía para ir con su novia. Y no se equivocaron.
La venganza
Al tenerlo frente a frente, “El Pitufo”, que iba decidido a cobrarse la afrenta, no lo pensó dos veces, por lo que desenfundó la pistola de la cintura donde la llevaba fajada y le apuntó a Gerardo a quien le hizo dos disparos.
Gerardo ni siquiera pudo ponerse a salvo del artero ataque, pues había sido tomado por sorpresa, por lo que el primer impacto lo recibió en el pecho del lado derecho, mientras que el otro le rozó los labios del lado izquierdo y luego el lóbulo de la oreja del mismo lado.
Una vez cumplida su venganza, “El Pitufo” y su hermano “El Juanga”, se dieron a la fuga con rumbo desconocido, dejando a su víctima tirada en el piso.
Varios vecinos se dieron cuenta de lo anterior y solicitaron la presencia de la Cruz Roja, cuya ambulancia llegó minutos después y el ver la gravedad del lesionado lo trasladaron de emergencia al Hospital Universitario.
Al llegar al nosocomio, ni médicos ni enfermeras se querían hacer cargo del herido, se negaban a atenderlo, argumentando distintas cosas, pero la verdad es que lo vieron muy grave y no querían arriesgarse de que muriera sin que nadie se hiciera cargo de los gastos que generara el servicio.
Luego de poco más de media hora, el personal del HU recapacitó y se le dio entrada a Gerardo, quien pasó de inmediato a quirófano para extraerle la ojiva del tórax. Pese a lo exitoso de la operación, el joven de 16 años se encuentra en estado crítico.