EFE
MALAGA, ESPAÑA.- El actor español Antonio Banderas se reencontró con su Málaga en el acto de bendición del nuevo trono de la imagen de María Santísima de Lágrimas y Favores, en cuya financiación ha colaborado activamente desde hace varios años.
Con traje negro, camisa blanca y con la medalla de la Cofradía al Cuello, el artista permaneció atento a las palabras de su hermano cofrade José Carlos Márquez, que, emocionado, hizo un recorrido histórico por los numerosos obstáculos que ha tenido que salvar el grupo para "poder sacar a la Virgen de los Favores bajo palio".
Márquez valoró el esfuerzo desarrollado por Banderas desde la lejanía, para poder construir un trono grande, con lo que al final la obra resultante, tiene las medidas máximas que caben por la puerta principal de la Iglesia de San Juan, que hoy estuvo abarrotada de público.
Sentado junto a su hermano Javier, el actor malagueño ocupó la parte izquierda del altar, y tan sólo abandonó este puesto para recoger la placa que la Cofradía entregó a cada uno de los miembros del grupo en reconocimiento al trabajo desarrollado hasta completar todas las partes del trono.
"No sabía que nos iban a dar una placa, podías haberme avisado", susurró a su hermano con una sonrisa, un gesto que también dedicó al resto de compañeros cofrades integrantes del referido grupo, con quienes en todo momento se mostró muy unido.
El acto contó con la actuación de la coral de San Felipe Neri, y concluyó con el canto de una salve a la Virgen, cántico en el que el malagueño participó como un cofrade más.
