Agencias
MÉXICO, DF.- La inflación en México este año se colocará por encima de cuatro por ciento, un nivel superior a la meta oficial de tres por ciento con una variabilidad de un punto porcentual, aseguraron varios analistas.
Los expertos coincidieron en que el hecho no tendrá ningún impacto negativo en el desempeño de la economía mexicana, pero algunos advirtieron que el objetivo del Banco de México (Banxico) es “demasiado ambicioso” e “imposible de alcanzar” sin vulnerar el crecimiento del país.
“El objetivo planteado por el Banco de México es demasiado agresivo, difícil de alcanzar e imposible de sostener a menos, claro, de incurrir en una recesión”, afirmó Francisco Gutiérrez, de Scotiabank Inverlat.
Además, hizo hincapié en que julio es el séptimo mes consecutivo en que la inflación está por encima del límite superior del objetivo oficial, a pesar de la política monetaria cada vez más restrictiva del instituto emisor.
El Grupo IXE, de hecho, elevó su proyección de crecimiento de los precios al consumidor para este año desde 3.54 a 4.13 por ciento, mientras que Consultores Asociados pronosticaron una cifra aún más conservadora, de entre cinco y 5.4 por ciento.
Santander Serfin proyecta que estará “en torno al objetivo oficial” pero no “más allá de 4.5 por ciento”, según el analista Rafael Camarena.
La modificación de las expectativas se produce después de que el Banxico informara la semana pasada que la inflación de julio fue de 0.26 por ciento, con lo que el índice interanual se disparó a 4.49 por ciento.
Este cambio de opinión sobre la inflación se debe a que todavía falta lo que se considera como los peores meses del año en términos de aumento de los precios al consumidor, septiembre con la vuelta a clases de los niños, diciembre con las ventas de Navidad y agosto con las negociaciones salariales en las empresas.
“Estamos entrando a los meses que estacionalmente son más fuertes, de mayor presión para la inflación, que impulsarían el crecimiento por arriba de la meta”, afirmó Gerardo Mancilla, de Consultores Asociados.
Sin embargo, aseguró que el hecho de rebasar el objetivo oficial “no es para preocuparse”, ya que para los inversionistas no hay mucha diferencia entre una inflación de cuatro y otra de 4.5 por ciento si la economía está ordenada, por lo que señaló que “no tendrá repercusiones importantes en la economía”.
IXE advirtió sin embargo de que “existen factores de riesgo que pueden alterar la consolidación de la estabilidad de precios en México en el mediano plazo”.
Entre estos figuran el aumento de los costos de materias primas y de los energéticos a nivel mundial, la subida de las tarifas de los servicios que controla el Estado e incrementos salariales por encima de la inflación.
Estos factores han repercutido en el aumento de los costos de los productores, que en los últimos doce meses ha crecido un 6.93 por ciento, por encima del Índice de Precios al Consumidor y que a juicio de Mancilla, “aún no se ha traducido en los precios a los bienes finales”.
“Este es uno de los principales obstáculos para reducir las presiones inflacionarias en los próximos meses”, dijo.
Scotiabank Inverlat fue incluso más allá y afirmó que las expectativas señalan que “el objetivo de inflación no se alcanzará, pero el Banco Central no debe buscarlo, pues resulta poco realista”.
En ese sentido, la opinión de la mayoría de los analistas es que el instituto emisor no debería restringir más la política monetaria para intentar alcanzar la meta inflacionaria, ya que ello podría impactar negativamente la incipiente reactivación productiva.
“Las condiciones monetarias más bien son compatibles con una inflación cercana al 4.5 por ciento”, afirmó Scotiabank.
En ese sentido, Mancilla, de Consultores Asociados, consideró que el Banco Central “no debe ser tan dogmático” en el cumplimiento de la meta.
“Es conveniente redefinir el objetivo inflacionario para ubicarlo en un nivel más compatible con una economía cuyos rezagos estructurales se traducen en ajustes de precios”, concluyó Scotiabank.
