AGENCIAS
BAGDAD, IRAk.- Decenas de manifestantes se enfrentaron ayer al Ejército británico en las calles de la ciudad meridional de Basora, en una “batalla campal” en la que han resultado heridos al menos tres civiles iraquíes y varios soldados, informaron fuentes policiales.
Según las fuentes, la disputa se inició tras la irrupción de los soldados británicos en la sede de un partido de tendencia islámica iraquí -al que no identificaron-, lo que provocó que decenas de personas se congregaran en los alrededores para protestar. El mando británico en Basora no ha confirmado ni desmentido el enfrentamiento, del que sí han difundido imágenes varias televisiones árabes por satélite.
En el canal qatarí “Al Jazeera” se podía ver como varios de los manifestantes agarraban a uno de los soldados británicos y lo zarandeaban mientras varios iraquíes trasladaban a una persona con heridas en la cabeza. También se podía constatar como las tropas británicas hicieron uso de sus armas para disparar al aire y tratar de disolver la protesta.
Un fotógrafo de una agencia de noticias estadounidense llamó a su ofician central en Bagdad para dar noticia de que había sido herido en la pierna cuando trataba de captar imágenes de los disturbios, según ha informado la propia agencia.
Basora, con un millón de habitantes, la mayoría shiies, se encuentra bajo mando británico, al igual que otras provincias del sur de Irak, las cuales, hasta el momento, habían permanecido en una relativa calma desde la caída del presidente iraquí, Saddam Hussein, hace un año.
Por otra parte al menos cuatro policías iraquíes resultaron heridos ayer al hacer explosión una bomba de fabricación casera cuando viajaban cerca de la conflictiva localidad de Baquba, 60 kilómetros al norte de Bagdad.
Según fuentes policiales, los agentes realizaban un patrulla de rutina cuando el artefacto hizo explosión en una carretera, y causó heridas de gravedad a uno de ellos.
Baquba, una de las ciudades que integran el conocido como “triángulo suní”, corazón de los grupos insurgentes, se ha convertido en los últimos días en una de las localidades más peligrosas de Irak.
La violencia también se ha visto multiplicada en la ciudad septentrional de Mosul -400 kilómetros al norte de Bagdad- donde el domingo fueron asesinados un ciudadano británico y otro canadiense que trabajaban para una compañía extranjera.
