EFE
Los Ángeles, EU.- Ben Affleck parecía tenerlo todo, el Oscar, la fama, la chica... hasta que sus últimos fracasos tanto en la pantalla como en el corazón han puesto en duda si a este actor que ahora estrena Jersey Girl le queda siquiera una carrera.
El filme devuelve a Affleck a un terreno conocido para él y para el público, su quinta colaboración junto al realizador Kevin Smith, con quien está unido por una larga carrera en el cine independiente.
Además, Affleck comparte cartel con la que hasta hace pocos meses parecía ser el amor de su vida, Jennifer López, la otra parte de ese dúo tan popular en las revistas del corazón que se conocía como ?Bennifer?.
Pero la belleza hispana muere nada más empezar Jersey Girl, tan muerta como parece está ahora la historia de amor que les unió en la vida real.
Jersey Girl tiene poco de independiente y es en cambio un estreno con el que Hollywood quiere ver si Affleck es capaz de tener un éxito de taquilla de los que hace tiempo no disfruta.
No siempre fue así, ya que Affleck entró en Hollywood por la puerta grande con un Oscar al mejor guión original por Good Will Hunting, que obtuvo junto a su amigo Matt Damon.
Antes de cumplir los treinta, Affleck era descrito como el actor capaz de tomar el testigo de las grandes estrellas de acción como Bruce Willis o Harrison Ford.
Junto al primero trabajó en Armageddon y al segundo lo sustituyó en la saga de Jack Ryan, el personaje creado por Tom Clancy para The Sum of All Fears.
La aceptación del público en ambas películas, grandes éxitos de taquilla, demostró que Affleck había pasado la prueba.
Amigo de sus amigos, el actor alternó además estas superproducciones con proyectos independientes.
En el apartado de amores sólo pasó de un idilio sonado con la también actriz Gwyneth Paltrow a uno aún más popular, que le llevó a punto de contraer matrimonio con Jennifer López tan sólo para cancelar la boda tres días antes del enlace.
Una carrera demasiado rápida en la que su nombre pasó de estrella del celuloide a celebridad del corazón, y su rostro vendió más portadas de revistas que entradas de cine.
Como ejemplo están sus últimos estrenos, entre ellos Paycheck, producción de 80 millones de dólares que no recuperó más que 54 millones en la recaudación.
Uno de los fracasos más sonados fue Gigli, filme protagonizado por Affleck y López y que se hundió de tal forma en los cines que, como bromeó el actor, es difícil encontrar a alguien que de verdad la haya visto.
Esta película se llevó todos los premios en la última entrega de los Razzies, galardones a lo peor del año en el mundo del cine.
Como asegura un relaciones públicas de Hollywood que prefiere mantener el anonimato, ?lo que Affleck tiene que hacer es cerrar la boca y buscar un buen proyecto?.
Las dos cosas parecen difíciles, ya que el actor, llevado por el deseo de renovar su credibilidad, se comporta como una estrella en todos los programas de variedades que le quieren entrevistar.
Si el voto de silencio es duro, aún lo es más encontrar un buen guión que dé lustre a su talento.
Descalificado desde hace años como actor con mayúsculas, una seriedad que la crítica prefiere otorgar a su amigo Damon, Affleck necesita una nueva cinta de acción en la que lucir su perfil de estrella.
Una posibilidad podría ser Red Rabbit, la continuación de The Sum of All Fears y que se ha comprometido a protagonizar si aparece un guión que adapte perfectamente la novela.
Otros proyectos son una comedia pendiente de estreno hasta las próximas Navidades, Surviving Christmas, un retraso que nunca quiere decir nada bueno, y un drama titulado Glory Days para el que no logra encontrar director.
Incluso la vena del superhéroe que interpretó en ?Daredevil? parece olvidada ahora que los estudios Fox han preferido continuar esta historia con la protagonista femenina en lugar de él en la producción titulada ?Electra?.
De todos modos, como recuerda la presidenta de los estudios Universal, Stacy Snider, Affleck sigue siendo un buen actor capaz de un buen estreno. ?Todos hacemos tonterías cuando estamos enamorados?, resumió.
