Agencias
LOS ÁNGELES, EU.- Contento por saber que fue el único actor latino en recibir este año una nominación al Oscar, Benicio del Toro considera que trabajar en una película como 21 Gramos “es una felicidad que no se tiene todos los días”.
“Yo estoy muy agradecido con (el director mexicano) Alejandro González Iñárritu por la invitación que me hizo para colaborar con él. Me atrajo mucho el concepto de la historia y el personaje que interpretó en ella es muy especial. No tiene nada que ver con las ofertas que normalmente alguien como yo recibe en Hollywood. Lo único que lamento es que sólo afuera de Estados Unidos se han reconocido, hasta hoy, el valor y la trascendencia que tiene nuestro filme. Espero que dentro de poco tiempo, aquí comiencen a entenderse mejor las virtudes que tiene un filme como 21 Gramos”.
Con estas palabras Benicio del Toro hizo su presentación frente a los periodistas que asistieron, el lunes pasado, a la tradicional comida en la que suelen participar todos los candidatos a llevarse un Oscar en diferentes categorías.
Fuera del gueto ideológico
Vestido informalmente, con su característico pelo largo y despeinado y una espesa barba cubriéndole parte del rostro, Del Toro dijo que no le gustaría que Hollywood lo encasillara dentro del estrecho apartado en el que están los llamados “actores latinos”.
“No quiero pasarme la vida tratando de salir del gueto ideológico y racial en el que los productores anglosajones han querido ponerme siempre. Aunque para algunos de mis compañeros esa situación es muy cómoda, para mí es algo inadmisible. Ni siquiera cuando era perfectamente desconocido en Hollywood acepté que se me definiera como un “actor latino”.
“Aunque soy de origen puertorriqueño, mi trabajo artístico tiene alcances universales”, explicó Del Toro. “Eso quiere decir que no sólo me interesa participar en filmes con temas latinos. Lo que siempre estoy buscando, en todo caso, son buenas historias que tengan personajes muy ricos y complejos”.
“Trabajar en una película sólo por dinero, como lo hice en The Hunt, dirigida por William Friedkin, junto a Tommy Lee Jones, no me produjo ninguna satisfacción espiritual. Creo que fue un error muy grande, de mi parte, aceptar el rol que me ofrecieron en ese filme. Supongo que lo hice cuando todavía estaba bajo la influencia del Oscar que obtuve con Traffic. Recuerdo que en esos momentos mi vida estaba completamente fuera de control, a tal grado que llegué a creer que era el nuevo ídolo de Hollywood. Afortunadamente pude sobrevivir a la enorme tormenta de halagos y felicitaciones que estuvo cayendo sobre mí durante varios meses”.
En busca de libertad
“Cuando recibí mi primer nominación sentí una emoción muy especial. Fue algo que yo nunca antes había experimentado en la vida”, apuntó Del Toro, recordando la nominación del año 2000.
“Esta vez todo ocurrió de una forma muy distinta. Ni siquiera prendí la televisión a la hora en que se dieron a conocer las nominaciones. Mi agente llamó por teléfono para darme la buena noticia. En esos momentos yo dormía profundamente. Él estaba tan emocionado que me pedía, por favor, que despertara. Cuando finalmente pude hacerlo le dije que tomara las cosas con calma y que dejara toda la emoción que sentía para el 29 de febrero. Lo bueno es que me hizo caso. Ahora él y yo estamos esperando, con toda tranquilidad, a que llegue esa noche”.
Ganar otro Oscar le daría a la carrera de Benicio Del Toro no sólo un impulso definitivo, sino también la libertad que él ha estado buscando desde las primeras películas que hizo. Así lo reconoció en el siguiente comentario:
“Nunca sentí atracción por ser parte del mundo social que hay en Hollywood. Mi pasión por el cine está ligada a las películas que vi durante mi infancia. No quise volverme actor porque necesitaba fortalecer mi autoestima. Y tampoco tuve, alguna vez, el sueño de volverme rico y popular.
“Durante mucho tiempo estuve participando en filmes independientes en los que la imaginación y la creatividad siempre sustituían la falta de dinero. El primer Oscar que obtuve abrió una serie de opciones que yo nunca había tenido antes. Supongo que un segundo Oscar me daría la capacidad para poder elegir, con absoluta tranquilidad, cada uno de los filmes en los que yo quisiera intervenir en los siguientes 20 años. Tener esa clase de libertad, aquí en Hollywood, es algo que no puede comprarse con nada. Y a mí, sinceramente, no me gustaría que tan increíble oportunidad se me pudiera escapar de entre las manos”.
El Toro por los cuernos
Benicio ha mantenido relaciones con las actrices Valeria Golino, Alicia Silverstone y Chiara Mastroianni.
-Mide 1’88. Benicio del Toro es el hijo menor de los abogados Gustavo y Fausta (fallecida a causa de una hepatitis). Su hermano Gustavo es médico.
-Cuando murió su madre (él tenía nueve años), su padre trasladó a la familia al estado norteamericano de Pennsylvania, más concretamente a una granja ubicada en la localidad de Mercersberg, lugar en donde creció Benicio.
-Tras culminar el instituto su padre ansiaba que se licenciase en derecho por la Universidad de California, en San Diego.
-Pero en la universidad Benicio, llamado Beno familiarmente, se interesó más por el mundo de la interpretación que por las leyes, abandonando la carrera (en contra del deseo de su familia, a la que engañó diciendo que iba a estudiar cursos de empresa) y matriculándose en el Circle in the Square Acting School de Nueva York.
-Posteriormente, también estudiaría en el Stella Adler Conservatory de Los Ángeles, debutando como actor a finales de la década de los ochenta, cuando apareció en episodios de series televisivas, como la famosa Corrupción en Miami.
-En el cine debuta de la mano de Randal Kleiser, apareciendo en su película Big Top Pee-Wee (1986). Tras papeles en títulos como 007 Licencia para Matar (1989) de John Glen, Extraño Vínculo de Sangre (1991) de Sean Penn, Cristobal Colón, El Descubrimiento (1992) de John Glen o Huevos de Oro (1993) de Bigas Luna, Del Toro logró saltar a la fama por su interpretación en Sospechosos Habituales (1995), película dirigida por Bryan Singer y al estrellato con su participación en Traffic (2000), film de Steven Soderbergh que le valdría para conseguir un Oscar al mejor actor secundario. Unos años después volvería a ser nominado a la estatuilla por 21 Gramos.
-Benicio también ha realizado sus pinitos como director, primero estrenando el corto Submission (1995), y posteriormente adaptando la novela de Hunter S. Thompson The Rum Diary (2004).
FILMOGRAFIA
Big Top Pee-Wee (1988) de Randal Kleiser
007 Licencia para Matar (1989) de John Glen
Extraño Vínculo de Sangre (1991) de Sean Penn
China Moon (Luna de Porcelana) (1991) de John Bailey
Cristobal Colón (El descubrimiento) (1992) de John Glen
Huevos de Oro (1993) de Bigas Luna
Money for Nothing (1993) de Ramón Menéndez
Sin miedo a la Vida (1993) de Peter Weir
El Factor Sorpresa (1994) de George Huang
Sospechosos Habituales (1995) de Bryan Singer
Basquiat (1996) de Julian Schnabel
Fanático (the Fan) (1996) de Tony Scott
el funeral (1996) de Abel Ferrara
Joyride (1996) de Quinton Peeples
Exceso de Equipaje (1997) de Marco Brambilla
Miedo y Asco en Las Vegas (1998) de Terry Gilliam
Snatch. Cerdos y Diamantes (2000) de Guy Ritchie
Traffic (2000) de Steven Soderbergh
El Juramento (2001) de Sean Penn
Secuestro Infernal (2001) de Christopher McQuarrie
the hunted (La Presa) (2002) de William Friedkin
21 Gramos (2003) de Alejandro González Iñárritu
En vísperas de estreno
Chaos (2004) de Jonathan Glazer
The Lost City (2004) de Andy Garcia
Che (2005) de Terrence Malick
FUENTE: Agencias