M.V.Z. FERNANDO CRUZ CASTILLO
La mortalidad en las crías del ganado caprino de la Región Lagunera
En la primera semana de vida de las crías, la mayoría de las muertes ocurren principalmente ante y posparto. En las primeras se debe a agentes infecciosos que pueden infectar el feto “in útero” provocando el aborto o el nacimiento de cabritas débiles que mueren en los pocos días posteriores al parto, los agentes más frecuentes en este caso son la Brucella Melitensi, Toxoplasma Gondi, Campylobacter Foetus, variedad intestinalis, Clamidias y Listeria Monocitogenes. Los signos antes descritos (abortos y nacimiento de corderos débiles) son indicativos de esas enfermedades, pero hay que confirmar con el diagnóstico del laboratorio, así como el aislamiento del agente etiológico.
La presencia de focos necróticos en el hígado puede indicar la participación de Campylobacter o Listeria. En estos casos el examen del pulmón es de utilidad para establecer si el producto murió antes del parto o nació débil y la muerte ocurrió posteriormente; en el primer caso el pulmón fetal es de aspecto carnoso, macizo y si se coloca un fragmento en agua se hunde y por el contrario el pulmón de un animal que respira al nacer es de consistencia esponjosa y flota en el agua.
En el caso del segundo término o las infecciones posparto o sea los cuadros infecciosos que ocurren en los primeros días de posparto, son originadas principalmente por diarreas, neumonías, onfalitis y cuadros septicémicos en ese orden.
Los cuadros entéricos de la primer semana se deben fundamentalmente a bacterias coliformes (E. Coli) aunque eventualmente pueden presentarse casos de Enterotoxemia en los hijos de las cabras muy lecheras. En esta edad es esencial el calostro en las primeras horas de vida de las crías. Por lo cual es lógico afirmar que la mayoría se estas complicaciones infecciosas son debido a un mal calostrado, ya sea por el poco interés por las crías, en las cabras en su primer parto, las cuales además presentan una glándula mamaria aún pobremente desarrollada y que producirá menos calostro. Así mismo por parte de las cabras de segundo o más partos se puede deber a la presencia de mastitis, la cual impide el calostrado. Igualmente alteraciones del puerperio como hipocalcemia, traumatismos, partos distócicos y metritis.
En el período de los ocho a 30 días, la mayoría de las pérdidas ocurren por diarreas virales, enterotoxemia y neumonías.