Un funcionario estadounidense, que pidió no ser identificado, dijo ayer que un análisis técnico de la CIA indicó que la grabación de una cinta sería de la voz de Bin Laden. Aunque la calidad de la grabación no es muy buena, el funcionario dijo que el Gobierno de Estados Unidos trabaja bajo la presunción de que la cinta proviene de Bin Laden.
El líder de Al Qaeda podría beneficiarse de su alianza con un combatiente antiestadounidense que recibe publicidad de manera cotidiana. Y Al Zarqawi, por su parte, podría obtener más asistencia financiera y respaldo de los simpatizantes de Bin Laden, dijeron los expertos.
Pero, para Bin Laden, la alianza tiene ciertos riesgos. Está ahora vinculado a un hombre que dirige una campaña de atentados no sólo contra los estadounidenses, sino contra los musulmanes shiitas, que constituyen la mayoría de Irak.
En la grabación difundida el lunes por la cadena de televisión vía satélite Al Jazzera, Bin Laden dijo que Al Zarqawi era el “emir” (príncipe) de Al Qaeda en Irak, e indicó que los musulmanes deben “escucharlo”. También propuso boicotear las elecciones a realizarse en Irak a fines de enero.
“Bin Laden obtiene los beneficios de la fama de Al Zarqawi”, dijo Vince Cannistraro, ex jefe de antiterrorismo de la CIA. Cannistraro recordó que Al Zarqawi controla “la principal insurgencia en Irak. Él es el más sanguinario, y ordenó los ataques suicidas más espectaculares”.
La diferencia entre ésta y otras alianzas de Bin Laden, señaló Cannistraro, es que Bin Laden, un musulmán sunita, “No ha sido un declarado enemigo de los shiitas”. Pero, al respaldar a Al Zarqawi, debe aceptar a alguien “que es violentamente antishiita”.
A su vez Bruce Hoffman, experto en terrorismo de la Corporación Rand, dijo que Al Zarqawi también obtiene beneficios de sus vínculos con su ex rival. Hoffman dijo que ambos jefes se benefician de la alianza.
“Creo que Bin Laden quiere aprovechar la popularidad de Al Zarqawi entre los yihadistas radicales”, señaló. “Y por su parte Al Zarqawi advierte que sus vínculos con Al Qaeda y Bin Laden pueden pagar grandes dividendos”, en materia de “respaldo y ayuda”.