LONDRES, (Reuters) - Biólogos británicos han seguido los pasos del Doctor Doolittle y han comenzado a hablar con sus animales.
"Hemos estado croando a nuestras ranas de árboles durante unas dos semanas. Ellas responden y se hace más fácil encontrarlas", dijo Robin Mulford, biólogo del Acuario de Bournemouth, en la costa sur de Inglaterra.
"Croamos y los machos responden. Pero las hembras se quedan calladas", relató en una conversación telefónica.
Las ranas macho, locuaces y cambiantes de color, responden a cualquier ruido fuerte, intentando superar el volumen y atraer una pareja.
Pero mientras que los biólogos de Bournemouth se las ingenian para engañar a las ranas machos, las hembras han resultado ser más astutas.
"Ninguno de nosotros hasta ahora ha atraído a una hembra con nuestro croar", dijo Mulford.