EL PAÍS
LONDRES, INGLATERRA.- Los comicios locales ayer en Inglaterra y Gales han servido para medir el desgaste de Tony Blair por su política sobre Irak a un año de las generales.
Según los primeros datos, los laboristas podrían quedar en un bochornoso tercer lugar y cosechar los peores resultados que haya obtenido un partido en el Gobierno. El ministro británico de Interior, David Blunkett, se ha declarado “horrorizado” ante el fuerte varapalo.
De acuerdo con los resultados en 85 de los 166 ayuntamientos que estaban en juego, el laborismo ha perdido 212 concejales para quedarse con 773; los conservadores, primeros de la oposición, han ganado 109 hasta 674 y los liberales demócratas, tercer partido del país, han obtenido 62 hasta 538 ediles. La participación electoral ha sido del 40 por ciento, cifra superior a la estimada en un principio. Si estos datos se repitieran en las generales, previstas para mayo o junio del año próximo, los laboristas se quedarían en tercer lugar con el 26 por ciento de los votos, los tories, primeros, con el 38 por ciento y los liberales demócratas con el 30 por ciento de los sufragios, según un pronóstico de la BBC.
Además de las municipales, ayer se celebraron elecciones a la alcaldía de Londres, cuyos resultados empezarán a conocerse hoy y las europeas, de las que habrá que esperar hasta mañana domingo para conocer los datos. La oposición a la política de Blair sobre Irak es considerada una de las razones del fuerte revés sufrido por los laboristas.
El mismo primer ministro admitió días atrás que la invasión iraquí suponía una “sombra” ante los comicios locales. Por el momento, uno de los pocos miembros del Gobierno que se ha pronunciado ha sido el ministro de Interior, David Blunkett, que ha reconocido, que “la guerra en el país árabe ha dividido al laborismo. Me siento horrorizado por los datos conocidos hasta el momento, sabemos que hemos tenido una mala noche”, ha subrayado.
Un “voto de protesta”
Por su parte, la titular de Cultura, Tessa Jowell, también ha reconocido que se ha tratado de un “voto de protesta”, pero ha señalado que un Gobierno que lleva más de la mitad de su mandato espera sufrir reveses en una elección como la de ayer. “Está claro que es un fuerte voto de protesta y creo que tenemos que tener en cuenta lo que la gente nos está diciendo”, ha agregado.
Para el presidente honorario del Partido Conservador, Liam Fox, su formación ha obtenido “resultados espectaculares” y ha pronosticado que el laborismo está camino de obtener los peores resultados municipales que haya sufrido un partido en el Gobierno.
De acuerdo con los analistas, los resultados pueden ser aprovechados por los sectores del laborismo descontentos con la política de Blair en Irak para iniciar, una vez más, el debate sobre el liderazgo del partido.
En los últimos meses, los diarios han apuntado la posibilidad de que el ministro de Economía, Gordon Brown, suceda a Blair tras las próximas generales. Las municipales eran también una prueba para el nuevo líder del Partido Conservador, Michael Howard, elegido en octubre.
Según Liam Fox, los tories pueden lograr los mejores resultados desde las generales de 1992. “No digo ni por un minuto que el resultado vaya a garantizar a los conservadores una victoria en una elección general, eso sería absurdo, pero es un progreso bueno y sólido para nosotros”, ha subrayado Fox.
Sobre los comicios en Londres, todos los pronósticos apuntan a la reelección del laborista Ken Livingstone, aunque el resultado puede ser apretado frente al candidato conservador, Steve Norris. Una eventual victoria de Livingstone puede darle un respiro a Blair, quien de momento no se ha pronunciado sobre el fuerte varapalo.
