SUN-AEE
MÉXICO, DF.- En alguna ocasión la actriz estadounidense Marilyn Monroe afirmó que ?el sexo forma parte de la naturaleza. Y yo me llevo de maravilla con la naturaleza?.
Pues Deborah Harry, la llamada ?Marilyn del Rock?, también debe gozar de alguna concesión de la madre natura, ya que a sus 59 años de edad la vocalista del grupo Blondie sigue siendo un icono sexual del punk y new wave, y una ?atómica? rubia que canta, baila y agita su dorada cabellera como en sus años mozos a mediados de la década de los 70.
En el único concierto de la banda estadounidense en la ciudad de México, en el ?Centro de Espectáculos Moliére? (conocido antro gay, de nombre ?El Box?), la noche del viernes el local se convirtió en una especie de sucursal del legendario club neoyorquino CBGB -donde la banda estadounidense empezara su
carrera labrando una glamorosa reputación dentro de la escena punk-, durante la escenificación de su primer tour latinoamericano en torno al disco ?The curse of Blondie? (?La maldición de Blondie?).
Ante una audiencia que no superaba el millar de personas, la también nombrada Greta Garbo del punk demostró, y con creces, que el tiempo ha sido benévolo con ella y que aún rozando las seis décadas mantiene esa imagen de pin up posmoderna, identificada con el pop art warholiano, cuyo atractivo físico y emblemática melena enmarañada decoró en carteles miles de habitaciones de adolescentes de la época, que preferían a la femme fatale sobre la ?fresa? de Farrah Fawcett.
Con un show breve, pero intenso, con 95 minutos de duración, la otrora camarera de minifalda y conejita de Playboy, en compañía de los miembros originales Chris Stein (guitarra) y Clem Burke (batería), arrancó con lo mejor de su repertorio: Atomic, Dreaming, Hanging on the Telephone y el primer sencillo que lanzaron, allá por 1976, X Offender.
De vestido negro con minifalda y botas a las rodillas, así como gafas oscuras y una boina que no tardó en despojarse para lucir su blonda cabellera, Deborah interpretó I?m Always Touched By Your, Presence, Dear, Good Boys, Screaming Skin, Rules For Living, End To End, Accidents Never Happen, Undone y María, este último tema que reunió al grupo en 1999 con el álbum ?No exit?.
De vuelta a escena con un sugerente vestido rojo, el rostro de Blondie, junto con sus nuevos integrantes Paul Carbonara (guitarra), Leigh Foxx (bajo) y Kevin Topping (teclados), reanudó el show con el cadencioso ritmo marcado por de ?Tide is high? y ?Rapture?, este último famoso por ser uno de los primeros acercamientos, en 1981, del rock al hip hop a través de una voz rapeada en los últimos compases.
Para terminar de seducir al público mexicano, incluso al grado de la conquista, Deborah y compañía guardaron sus hits para el final, con los temas Call Me, incluido en la banda sonora American Gigoló (1980), One Way Or Another, Rip Her To Shreds y Su Discotequero Heart Of Glass.
La noche del viernes ser güera fue lo in e implicó la certeza de aquella popular frase de que ?las rubias son más divertidas?, y al presenciar su inagotable energía y prolongada belleza, que ya quisieran muchas mujeres menores que ella, la explosiva diva cuasi sesentona fue, sin duda alguna, como rezaba aquel eslogan publicitario de una cerveza clara: ?La rubia que todos quieren?.