La Policía como el Ejército Real de Nepal se han movilizado para garantizar la seguridad en las principales carreteras que atraviesan Katmandú.
18 de agosto 2004.
Katmandú, (EFE).- El Gobierno de Nepal ha ordenado hoy a las Fuerzas Armadas que escolten los vehículos que intenten salir o entrar de la capital del país, Katmandú, bloqueada por la guerrilla maoísta, informaron fuentes oficiales.
Los maoístas han cumplido hoy su amenaza del martes pasado de cortar los principales accesos por carretera a la capital e impedir la entrada y salida de la ciudad de vehículos de mercancías y de pasajeros.
El portavoz del Ministerio de Interior, Gopendra Bahadur Pendey, afirmó que tanto la Policía como el Ejército Real de Nepal se han movilizado para garantizar la seguridad en las principales carreteras que atraviesan Katmandú.
Y anunció que el Gobierno "proporcionará más seguridad si es necesario".
Fuentes de la Policía informaron que sus agentes han escoltado a unos pocos autobuses y camiones en su salida del valle de Katmandú, y que continuarán haciéndolo durante todo el tiempo que dure el bloqueo.
Sin embargo, a pesar de estas medidas, la inmensa mayoría de transportistas y viajeros han decidido no arriesgarse y no tratar de entrar o salir de la ciudad, por lo que, según fuentes policiales, el flujo de vehículos en las rutas de acceso ha la capital ha sido "prácticamente nulo".
La guerrilla maoísta ha prohibido la circulación en las principales carreteras que acceden a Katmandú y en otros 11 distritos que rodean la capital.
Los precios de bienes de primera necesidad en la zona han aumentado ostensiblemente en los últimos días debido al temor de la falta de suministros, al igual que el pasado marzo durante el asedio maoísta a la ciudad turística de Pokara, que produjo una subida de los precios del azúcar, aceite y sal del 50 por ciento.
Los rebeldes han justificado el bloqueo como represalia por el asesinato de varios de sus líderes, pero medios de prensa del país indican que éstos tienen como objetivo presionar al Gobierno para que inicie una negociación de paz con los guerrilleros.
Desde que los maoístas se levantaron en armas hace ocho años para derrocar al régimen monárquico e instituir una república de carácter comunista, más de diez mil personas han perdido la vida por la violencia en Nepal.