EFE
COPENHAGUE, DIN.- Un banquete nupcial en el Palacio Real de Fredensbog, al que asistieron 400 invitados de la realeza, el Gobierno danés y la familia australiana de la novia y fuegos artificiales cerraron las festividades organizadas para la boda del príncipe Federico con la abogada australiana Mary Donaldson.
Muchos de los 20 mil habitantes de Fredensborg, 40 kilómetros al norte de Copenhague, se concentraron cerca del palacio para recibir a los novios y sus invitados, provistos de banderas y champaña para celebrar el enlace, igual que ocurrió en las calles de Copenhague.
El príncipe Federico reservó sus mejores gestos en el último de los cuatro discursos que se pronunciaron durante la cena. En él, habló del ?extraordinario sentimiento de felicidad? que Mary había creado en él y le dijo al padre de su mujer que desde hoy ?ella me pertenece a mí y yo a ella?.
El heredero de la Corona danesa recordó cuando él y Mary se conocieron hace cuatro años en Sydney: ?Tu brillo apareció claro y fuerte para mí desde el primer encuentro; desde entonces, he estado cegado y enganchado a él?. Se refirió a ella como ?la luz en horas de sol que elimina toda la oscuridad de la tierra?.
?Ahora se trata sólo de nosotros, juntos por primera vez, jóvenes, inocentes, enamorados, sólo juntos?, añadió el príncipe, quien concluyó diciendo: ?Te quiero, Mary, vayamos juntos, a través de miles de mundos nos espera el amor ingrávido?.
La reina Margarita dio la bienvenida a su nuera ?con los brazos abiertos? y destacó de ella que había ayudado al príncipe a descubrir su ?verdadero yo?, así como la ?pureza de su alma?.
La monarca danesa tuvo palabras de recuerdo para Henrietta, la madre de Mary y la reina Ingrid, su propia madre, ambas fallecidas y advirtió a los novios de que se prepararan para cumplir con sus obligaciones, que ?a veces te hacen sentirte solo, aunque trabajar al servicio de tu país da también muchas alegrías?.
John Donaldson, el padre de la novia, bromeó al especular sobre cómo reaccionarían sus antepasados, que habían luchado por expulsar a los vikingos de Escocia, al ver cómo ahora se unían ?el vikingo Federico y Mary, del clan de los MacDonald?.
El padre del novio, el príncipe consorte Enrique, recordó en el discurso que abrió el banquete el ?sí? que se dieron la reina y él hace 37 años y dijo a la novia que ?desde el primer momento? le llamó la atención su ?reserva y su sentido del deber, que sólo tienen parangón con la fuerza de su amor por Federico?.
Entre los invitados a la boda estaban la reina Sofía de España, el príncipe Felipe, su prometida, Letizia Ortiz y los duques de Lugo y de Palma, así como representantes de 23 casas reales.
Letizia Ortiz, que llamó la atención por el espectacular vestido rojo que lució, fue acogida nada más entrar en la sala del banquete por Ernesto Augusto de Hannover, marido de la princesa Carolina de Mónaco, quien la abrazó cariñosamente.
Las cámaras de la televisión danesa, presentes en la carpa bajo la que se celebró la cena, mostraron a la futura princesa de Asturias conversando con la princesa heredera de Suecia, Victoria y saludando con una genuflexión a la reina de Dinamarca.
La boda real celebrada ayer ha sido la presentación ante la realeza de la prometida del príncipe Felipe de Borbón.
Entre los invitados, destacaba también Máxima Zorreguieta, la esposa del príncipe Guillermo de Holanda, que lucía un sencillo traje de satén rosa pálido.
En la cena se sirvió caldo de marisco del Mar del Norte, venado de los bosques reales, un ?vol-au-vent? de espárragos que llevaba el nombre de ?Unión perfecta? y un postre de chocolate blanco llamado ?Príncipe heredero y princesa heredera?. Los vinos y la champaña eran de las tierras francesas del padre del novio.
Mientras se celebraba el banquete, los daneses siguieron celebrando el enlace en las calles de Copenhague y de todo el país.
No obstante, también se produjeron algunos incidentes menores que no trastornaron el curso de las celebraciones.
La policía detuvo a un soldado de 22 años vestido de civil a doscientos metros de la catedral, cuando llevaba en su mochila granadas y bombas de humo; al parecer, estaba resentido por no haber conseguido un ascenso en el Ejército, informó la cadena de televisión pública DR.
También fueron detenidos doce manifestantes, en una concentración de protesta convocada por la izquierda alternativa en la estación de Oesterport, a unos 500 metros del Palacio Real de Amalienborg, cuando intentaban cortar el tráfico.
La boda real de Dinamarca ofrece algunos paralelismos con la que se celebrará en Madrid la semana que viene, del príncipe Felipe y su prometida Letizia, ya que en ambos casos se trata de nupcias entre un príncipe heredero y una plebeya.
Además, muchos de los invitados que han acudido a Copenhague, donde están presentes miembros de 23 casas reales del mundo pero sobre todo de Europa, volverán a encontrarse en España para la boda de Felipe y Letizia.
No ha trascendido nada de cómo vivió la ex periodista y futura princesa sus primeras horas entre la realeza, pero, según algunos medios de comunicación, la reina Sofía era quien se iba encargar de presentar a su futura nuera.