17 de enero de 2004.
Hasta el momento 500 efectivos estadounidenses han muerto desde que inició la guerra con Irak.
Bagdad, (EFE).- Tres soldados norteamericanos y dos efectivos de las fuerzas de la Defensa Civil iraquí murieron hoy en un nuevo ataque de insurgentes iraquíes al norte de Bagdad, según anunció un portavoz militar norteamericano.
Varios testigos y fuentes militares habían hablado de la muerte de cinco soldados norteamericanos en el ataque, causado por la explosión de una bomba en una carretera a unos 25 kilómetros al norte de la capital.
Según el coronel Bill McDonald, portavoz de la 4ta División de Infantería, el ataque, en el que otros dos soldados de EU resultaron heridos, se produjo esta madrugada en la zona de Tayi, cuando una bomba explotó al paso de un vehículo de combate "Bradley".
El vehículo participaba en una patrulla conjunta de soldados norteamericanos y efectivos de la Defensa Civil iraquí en la zona, según el coronel Bill McDonald, portavoz de la 4ta División de Infantería.
Tras el ataque las tropas estadounidenses detuvieron a tres supuestos insurgentes iraquíes que viajaban en un vehículo civil en la zona, en el que hallaron material que se utiliza en la fabricación de artefactos explosivos, añadió.
Con las muertes aumentó a 500 el total de efectivos estadounidenses que han perecido desde el 20 de marzo, cuando comenzó la guerra en Irak.
El ataque de hoy se produjo un día después de que el comandante de las tropas de la coalición en Irak, el general estadounidense Ricardo Sánchez, llamara a los grupos leales a Sadam Husein a que depongan las armas, y advirtiera de que sus fuerzas seguirían persiguiendo a los insurgentes en todo el país.
En una conferencia de prensa el viernes en Bagdad, Sánchez aseguró que sus tropas han conseguido detener a 360 supuestos insurgentes en unas 150 operaciones realizadas esta semana en el centro de Irak.
