AGENCIAS
KABUL, AFGANISTÁN.- La explosión de una bomba en la ciudad occidental afgana de Herat dejó al menos cinco muertos y más de treinta heridas cerca de una comisaría de Policía en una calle muy transitada.
El jefe de la policía de Herat, Ziauedin Mamodi, informó que una bomba de tiempo estalló dentro de un montón de basura, a un lado de la carretera. Indicó que el cuartel policial está ubicado en el piso superior del inmueble, en cuya planta baja hay varios comercios
El atentado de ayer en Herat se produjo poco antes del comienzo de una ceremonia por el inicio del desarme de las milicias locales, dentro del programa del Gobierno afgano y de la ONU para reinsertar en la vida civil a los miles de combatientes de los Ejércitos privados de los “señores de la guerra” que hay en el país.
El representante de la ONU en Afganistán, Jean Arnault, admitió que quizá algún “señor de la guerra” podría estar implicado en el atentado, ya que muchos de ellos actúan como gobernadores regionales y se resisten a desarmar sus milicias con el argumento de que es insuficiente el Ejército Nacional, que sólo cuenta con algo más de 11 mil soldados bien entrenados.
“En muchos países se producen incidentes violentos sólo con el fin de demostrar que esta o aquella fuerza es indispensable”, apuntó el representante de las Naciones Unidas.
El gobernador de Herat es Ismail Jan, uno de los “señores de la guerra” más poderosos de Afganistán y su región ha sido, desde que fue derrocado el grupo ultraintegrista islámico Talibán, a finales de 2001, una de las zonas más tranquilas de Afganistán.
El presidente interino de Afganistán, Hamid Karzai, claro favorito para los comicios del nueve de octubre, había manifestado su propósito de desarmar antes de las elecciones al menos a 40 mil de los más de 100 mil milicianos que se calcula que hay en Afganistán, pero el proceso va lento y hasta ahora, según la ONU, han sido desmovilizados unos 11 mil.
El representante de la ONU en Afganistán, Jean Arnault, pidió el envío urgente de las nuevas tropas prometidas por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para reforzar la seguridad de cara a los comicios presidenciales convocados para el nueve de octubre próximo, tras el atentado ocurrido ayer.
En la Cumbre que celebró a finales del pasado junio en Estambul, la Alianza Atlántica aprobó elevar de seis mil 500 a diez mil los efectivos de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), con mandato de la ONU y bajo mando de la OTAN, que hasta ahora se encarga de la vigilancia del área de Kabul.