Lo que hicieron los regidores de Gómez Palacio el día de ayer, en la penúltima sesión de Cabildo de la actual administración, exige una revisión a los antecedentes para poder ser evaluada con justicia.
La historia se puede remontar al pasado día tres de abril, cuando el tesorero Carlos García advertía que las participaciones correspondientes al mes de marzo llegaron “cortas” por 497 mil pesos. Hasta ese momento los recortes ascendían a cuatro millones 300 mil pesos por lo que el Ayuntamiento no contaba con los recursos económicos para entregar el famoso “bono de marcha”.
El 30 de abril, el mismo tesorero declaró a los medios de comunicación que no se otorgarían liquidaciones a los funcionarios y que el próximo Ayuntamiento sería el que ejerciera los dos millones y medio de pesos que el Cabildo aprobó en el Presupuesto de Egresos 2004 bajo el rubro E-103 “Liquidaciones Laborales”.
La misma Alcaldesa fijó en ese momento su postura: no sabía de ningún regidor que estuviera interesado en gestionar el famoso bono de marcha, pero que le gustaría que no lo hicieran ya que las finanzas municipales sufrían por los recortes. No había dinero suficiente ni para obras.
El 11 de junio se filtró que el perredista, Lucio Álvarez Chacón, estaba gestionando la aprobación de un bono de marcha, pero el aludido aseguró que su intención era que al final de la gestión le pagaran la parte proporcional del aguinaldo, únicamente. En ese momento no era políticamente correcto el ventilar de manera pública que algunos servidores públicos creían merecer una compensación por tres años de ardua labor como representantes populares.
Bueno, la cosa cambió y radicalmente. Ayer los regidores se aprobaron un bono de marcha por 100 mil pesos, 70 mil de compensación por la excelente labor realizada y otros 30 mil por la parte proporcional del aguinaldo. Sobra decir que la Alcaldesa prefirió abstenerse de votar.
El asunto retrata a la perfección a los miembros del Cabildo de Gómez Palacio. Los ciudadanos todos de la Comarca Lagunera podrán sacar sus propias conclusiones.