TOKIO, Japan (AP).-Ai, un chimpancé japonés de 27 años, ve bostezar a otro chimpancé, rápidamente echa hacia atrás la cabeza y muestra el rosado interior de su boca, en un tremendo bostezo.
"Es otro ejemplo de cómo los chimpancés se parecen tanto a nosotros", dijo Tetsuro Matsuzawa, profesor del instituto de investigación de primates de la Universidad de Kyoto que partició en el estudio.
La investigación, publicada este mes en la revista inglesa en Internet The Royal Society Biology Letters, señala que de cada seis chimpancés observados, dos bostezaron repetidamente al ver imágenes de otros chimpancés bostezando.
Tres crías de chimpancé que acompañaban a sus madres no respondieron en ningún momento, dijo el estudio.
Por otra parte, ninguno de ellos bostezó al ver imágenes de otros chimpancés que simplemente abrían la boca.
Ese patrón de conducta encaja con el de los humanos, dijo Matsuzawa.
Cuando las personas ven videos de bostezos, aproximadamente la mitad reacciona bostezando, mientras que los niños menores de cinco años no parecen "contagiarse" de los bostezos, indicó.
Se cree que el contagio de los bostezos es consecuencia de la empatía y de la conciencia, propias de un intelecto sofisticado, concluyó el estudio.
Anteriormente, se creía que sólo los humanos adultos podían bostezar por "contagio", pues los niños y los animales carecían del desarrollo intelectual necesario.
Pero el estudio dijo que sus hallazgos dan indicios de que los simios podrían tener un nivel avanzado de auto-conciencia y empatía como los humanos maduros.
Matsuzawa dijo que el siguiente paso era ver si es que los chimpancés se contagiaban de los bostezos humanos, y predijo que sí lo harían.
