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ANAHEIM, EU.- Cinco outs, cinco miserables outs, a eso quedaron los Medias Rojas de Boston de ir a la Serie Mundial el año pasado y quizás el cetro supremo, algo que la ciudad no gana desde 1918.
Pero Pedro Martínez siguió pitcheando, los Yanquis se soltaron a batear y el jonrón de Aaron Boone para abrir el undécimo episodio le rompió el corazón a Boston.
Pero la búsqueda del título comienza de nuevo hoy, cuando el as Curt Schilling y los Medias Rojas de Boston enfrentando a los Angelinos de Anaheim, campeones de la Serie Mundial en 2002, para abrir la primera ronda de los playoffs.
Schilling es uno de varios rostros nuevos en los Medias Rojas. Otro es el manager Terry Francona, quien reemplazó al despedido Grady Little.
Muchos piensan que Little dejó a Martínez demasiado tiempo en el séptimo juego de la serie de campeonato de la Liga Americana en octubre, cuando los Yanquis remontaron un déficit de tres carreras para empatar a cinco y obligar a extrainnings.
"Cuando sucedió todo esto en el invierno, se hizo para lo que pase mañana", dijo Schilling ayer, aludiendo al cambio que le trajo a Boston desde Arizona. "Si no llegamos a la Serie Mundial no cumplimos nuestro objetivo para el año".
Por unos meses pareció que los Medias Rojas iban a quedarse a medias este año, pero en la segunda mitad cambiaron de rostro nuevamente.
El equipo se deshizo del torpedero Nomar Garciaparra; y adquirió al cañonero Orlando Cabrera, además de los reservistas Dave Roberts y Doug Mientkiewicz. Los Medias Rojas ganaron 42 de sus últimos 60 juegos, para alcanzar 98 victorias, el tercer mejor total en las mayores.
"Tratamos de mantener la paciencia. Definitivamente, somos un equipo diferente luego de la pausa del Juego de Estrellas", dijo Francona.
Los Angelinos, a su vez, ganaron siete de ocho sobre Oakland y Texas, para llevarse el banderín de la división Oeste en el penúltimo día de la campaña.
Vladimir Guerrero, que firmó un contrato de cinco años y 70 millones de dólares en el invierno, bateó 14 hits en 30 turnos, con seis jonrones y 11 empujadas en los últimos seis juegos de la temporada, y concluyó con un promedio de bateo de .337, 39 cuadrangulares y 126 remolcadas.
Guerrero, que previamente jugó para los desastrosos Expos de Montreal, está en la postemporada por primera vez.
"Excelente, me gusta", dijo, sonriendo. "Ahora estoy en un equipo bueno".
Schilling llamó al dominicano Guerrero "un Barry Bonds con menos paciencia".
Schilling (21-6, 3,26 PCL) se medirá a Jarrod Washburn (11-8, 4.64) en el primer juego, mientras que Martínez (16-9, 3,90) lanzará por Boston en el segundo este miércoles en la noche, ante Bartolo Colón (18-12, 5,01).
"Yo abrí el primer juego en el 2002", dijo Washburn. "Con suerte, esta es una buena señal para nosotros".
