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VIÑA DEL MAR, CHILE.- La selección paraguaya de futbol Sub-23 dio el gran golpe al derrotar 1-0 a Brasil y clasificar ayer, junto a Argentina, a los Juegos de Atenas, en la última jornada del torneo preolímpico sudamericano en Chile.
El gol fue marcado por el defensor y capitán paraguayo José de Vaca, en el minuto 32. La anotación sirvió para que los "guaraníes" volvieran a una olimpíada tras su participación en Barcelona 92.
En el segundo encuentro de la jornada, Argentina, que ya aseguró su clasificación con sus triunfos sobre Brasil y Paraguay en las dos primeras fechas del cuadrangular final, se medía contra el local Chile en el cierre del torneo.
Con la dura derrota, Brasil no sólo se quedó sin clasificar, sino que deberá esperar al menos cuatro años más para tratar de lograr el único lauro que no posee en sus vitrinas: la medalla de oro en una olimpíada.
Con un mejor juego en la primera parte, Paraguay sorprendió a un Brasil lento y sin ideas para superar el orden de su rival.
Los "verdeamarillos" entraron demasiado relajados al partido, ya que sólo un empate los clasificaba para Atenas.
Sin embargo, el equipo dirigido por Carlos Jara realizó el buen juego que demostró en todo el cuadrangular final y que lo ayudó a vencer a los locales y tener muy complicado a Argentina.
Tras el gol de cabeza anotado por De Vaca, Paraguay creó las mejores ocasiones para tratar de aumentar, pero su falta de definición lo obligó a sufrir más de la cuenta.
En el complemento, Ricardo Gomes, director técnico de Brasil, llegó a disponer de cuatro delanteros, pero el gran orden táctico de Paraguay impidió que su rival alcanzara la igualdad.
Brasil comenzó a llegar con peligro al arco rival, pero se encontró varias veces con el sólido arquero Diego Barreto, una de las figuras no sólo del partido, sino que también de todo el torneo.
Y cuando Barreto ya nada podía hacer, los mismo jugadores brasileños se encargaron de desperdiciar su clasificación.
La más clara acción corrió por cuenta de Dudu, quien a los 85 minutos desvió un balón a sólo metros del arco, cuando todo el estadio cantaba el empate "verdeamarillo".
