27 de marzo de 2004.
México, (EFE).- Tres británicos integrantes de la misión de trece militares y científicos arraigada por las autoridades mexicanas rinden hoy testimonio ante la Procuraduría General de la República (PGR), que decidirá una eventual sanción o su expulsión.
La diligencia comenzó a primera hora de hoy, horas después de que México anunciara el envío de su segunda nota de protesta y pidiera más aclaraciones a Londres por el caso, considerado una violación de la soberanía mexicana.
La crisis, que se desató cuando el presidente Vicente Fox y el canciller Luis Ernesto Derbez estaban de gira por Centroamérica, ha causado malestar en el Gobierno, que consideró insuficientes las explicaciones ofrecidas desde Londres.
Los tres primeros en comparecer fueron trasladados desde la estación migratoria de Iztapalapa, en el sur de la ciudad, por agentes de la Policía Federal Preventiva (PFP) hasta las dependencias de la PGR.
La Fiscalía mexicana analiza ya si el grupo de militares y científicos adscrito a la Asociación de Servicios Combinados en Espeleología (CSCA, en inglés), cometió o no algún tipo de delito.
El subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos, Armando Salinas, explicó anoche en rueda de prensa que vulnerar el artículo 120 de la Ley General de Población podría implicar una multa de 3 mil pesos o una expulsión.
El grupo británico, adscrito a una asociación que forman miembros del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea, insiste en que sus actividades eran meramente deportivas pese al recelo con que ha manejado la información y a que inicialmente rechazaron cualquier ayuda de las autoridades mexicanas.
El grupo lo integraban dos mujeres, Michelle Giggs y Nikki Rowland, y ocho varones, Stephen Whitlock, Kevin Welch, Barry Norton, John Roe, Stephen Milton, Robert Hamnett, Chris Mitchell, Neil Brammer, Simon Cornhill, John Taylor y Jonathan Sims.
El jefe de la expedición, el mayor Whitlock, llegó a confrontarse con la prensa desplazada a la boca de la gruta, a exigir a los periodistas sus credenciales y a imponer posteriormente un veto informativo durante la operación. Eso incomodó al personal de protección civil y policial que supervisaba las actividades dirigidas por el general Manuel García Ruiz.
El grupo ha sido apoyado en todo momento por personal de la embajada del Reino Unido en este país, que se desplazó a la boca de la gruta de Alpazat, ubicada en la Sierra Norte de Puebla.
Desde la comisión de Relaciones Exteriores legisladores mexicanos señalaron que "no hay justificación alguna para encubrir prácticas militares con actividades turísticas, entendiendo de antemano que los Estados establecen acuerdos de cooperación en materia de capacitación y entrenamiento militar".
Los diputados están preocupados de que haya en el caso una "aplicación irrestricta de la ley" y por que se respete y resguarde "la soberanía nacional" mexicana.