Agencias
LONDRES, ING.- Sin salir del hotel pasaron dos días la cantante Britney Spears y su ahora esposo Kevin Federline después de la boda, publicó el periódico británico The Sun.
Nadie debía molestarlos y cuando un guardaespaldas se atrevió a hacerlo, la intérprete de Crazy salió enfadada y le dijo que sólo la llamaran si se estaba cayendo el mundo.
La semana pasada, la rubia de tan sólo 22 años aseguró que le gustaría quedar embarazada en la noche de bodas.
Spears y Federline se casaron en una ceremonia privada el pasado fin de semana en Los Ángeles. Algunas fuentes de las discográficas afirmaron que la boda con el bailarín puede ser el fin de la carrera de la artista, porque su futura imagen de madrastra (Federline tiene dos hijos de un matrimonio anterior) y próxima madre no es muy atractiva para el mercado estadounidense.
Critica la boda
La chica ?dirty? Christina Aguilera no ha perdido el tiempo y en declaraciones hechas a la prensa británica criticó fuertemente la boda de Britney, a la que calificó de ?patética, hilarante y de saldo?, después de conocer los detalles de la ceremonia.
?Nunca pensé que una linda chica podría casarse de esa manera?, argumentó después de reírse al conocer los detalles sobre la boda sorpresa de Britney, según el rito de La Cábala y sobre el banquete, en el que el menú consistió en hamburguesas y alitas de pollo.
A la par de los comentarios de Aguilera se han dado a conocer algunos pormenores de la ceremonia por parte de los amigos de Spears, que indican que los términos del enlace no resultaron tan idílicos como se pensaba, pues al parecer Lynne -la madre de la intérprete de Oops... I Did it Again- intentó parar por todos los medios el evento porque su hija no quería firmar un acuerdo prematrimonial.