Con motivo de la visita de S.S. el XVI Dalai Lama a México
El término “budismo”, se deriva de la palabra “buda” que significa “el despierto”. Esta palabra sintetiza la propuesta fundamental del budismo, que es el trabajar con los procesos internos de la psique, la cual se encuentra actualmente sumida en el sopor de las neurosis, las actitudes y emociones perturbadas. Otra de las propuestas importantes del budismo, es el considerar que las soluciones fundamentales a los problemas de nuestra vida no pueden ser hallados fuera de nosotros, sino por el contrario, en nuestro interior, donde se encuentran las herramientas necesarias para desarrollar nuestros potenciales y alcanzar la felicidad.
El extraordinario sistema de enseñanzas del budismo, es el legado de Shakyamuni Buda, personaje que, según las versiones tradicionales, fue un príncipe indio llamado Siddharta Gautama, que nació aproximadamente seis siglos antes de la era moderna. Preocupado por el destino ineludible de los seres vivos: la vejez, la enfermedad y la muerte, en un punto crucial de su vida, tomó la determinación de lograr la liberación definitiva del ciclo -incontrolable y recurrente- de problemas, dificultades y renacimientos.
Vida y obra de S.S. el XIV Dalai Lama
Su Santidad el Décimo Cuarto Dalai Lama, Tenzin Gyatzo, nació el seis de julio de 1935 en una familia de campesinos en el pequeño poblado de Takster, en el noreste del Tíbet. A los dos años de edad fue reconocido como la reencarnación de Su predecesor, el Décimo Tercer Dalai Lama.
Los Dalai Lamas son la manifestación del Buda de la Compasión quien escogió renacer para servir a la humanidad. Dalai Lama significa, Océano de Sabiduría; los tibetanos por lo general se refieren a Su Santidad como Yeshe Norbu, la Gema que Concede Todos los Deseos, o simplemente lo llaman KUNDUN, la Presencia.
Cuando el Décimo Tercer Dalai Lama murió en 1935, el Gobierno tibetano no simplemente tenía que nombrarle un sucesor, sino que debía encontrar el niño en quien el Buda de la Compasión habría de encarnar. El niño no tenía que haber nacido justo en el momento de la muerte de Su Predecesor ni tampoco muy pronto luego de ésta. Como en otras ocasiones, se presentarían signos de donde ir a buscar.
Por ejemplo, cuando el cuerpo del Décimo Tercer Dalai Lama fue colocado en el altar con el rostro hacia el sur, su cara giró hacia el este dos veces y hacia el este del altar un gran hongo brotó en el lado este de una bien labrada columna de madera.
El Regente del Tíbet viajó al sagrado lago de Lhamoe Lhatso, en el cual tibetanos habían tenido visiones del futuro. Allí, entre otras cosas, vieron un monasterio con techos de jade verde y oro y una casa con baldosas turquesa. Una descripción detallada de la visión fue escrita y mantenida en estricto secreto.
En 1938 Altos Lamas y dignatarios fueron enviados por todo el Tíbet para buscar el sitio de la visión. Los que se fueron hacia el este, fueron dirigidos por el Lama Kewtsang Rinpoché del Monasterio Sera. En Takster ellos encontraron dicho sitio y fueron a la casa con Kewtsang Rinpoché disfrazado como el sirviente y el monje de menor rango vestido como si fuese el líder. El Rinpoché llevaba colgado un rosario del Décimo Tercer Dalai Lama y el niñito al verlo lo reconoció y le dijo que se lo diera. Él prometió dárselo siempre y cuando adivinara quien era él. El niño respondió, “Sera aga” lo que en el dialecto local significaba, “un monje de Sera.” El niño fue también capaz de decirles quien era el verdadero líder y quien era el sirviente. Luego de muchas otras pruebas realizadas más adelante el Dalai Lama fue entronizado en 1940.
En 1950, a los dieciséis años de edad y teniendo todavía que enfrentar nueve años más de intensa educación religiosa, Su Santidad tuvo que asumir el pleno poder político cuando China invadió al Tíbet. En marzo de 1959, durante el levantamiento nacional del pueblo tibetano en contra de la ocupación militar china, partió hacia el exilio.
Desde entonces ha vivido a los pies de los Himalayas en Dharamsala, India, el asiento del Gobierno tibetano en exilio, una democracia constitucional desde 1963. Dharamsala, felizmente conocida como La Pequeña Lhasa, posee también instituciones culturales y educativas y sirve de “Capital en Exilio” de 130,000 refugiados tibetanos que viven principalmente en la India. Otros viven en el Nepal, en Suiza, en el Reino Unido, en Estados Unidos, en el Canadá y otros 30 países.
En la pasada década El Dalai Lama trató de abrir puertas al diálogo con los chinos proponiendo un Plan de Paz de cinco puntos en 1987-1988 el que estabilizaría toda la región asiática, el cual ha recibido muchos elogios de hombres de Estado y de cuerpos legislativos a lo largo de todo el mundo.
Mientras tanto el Décimo Cuarto Dalai Lama a diferencia de su predecesor, quien nunca vino al occidente, continúa con sus viajes a lo largo del mundo, hablando en forma elocuente en favor de una comprensión ecuménica, de la bondad y la compasión, del respeto al medio ambiente, y por encima de todo, acerca de la paz mundial.