CHIHUAHUA, CHIH.- De nueva cuenta un lagunero fue víctima de la burocracia en una competencia de corte internacional, por lo cual se vio impedido de participar en el Campeonato Mundial de Levantamiento de Potencia, efectuado el pasado fin de semana en las instalaciones de la YMCA-Chihuahua.
Esta vez tocó el turno a Osvaldo Carrasco Martínez, deportista que además de padecer parálisis cerebral debe utilizar una silla de ruedas para desplazarse, y pese a sus limitaciones es un deportista y ser humano ejemplar, que lucha día a día para superar obstáculos y alcanzar sus metas.
Por trámites efectuados vía Osvaldo Aguirre, presidente de la Asociación de Levantamiento de Potencia del Estado de Chihuahua, se aseguró al atleta y a su entrenador que este elemento podría tomar parte en el certamen mundial de la especialidad, dentro de lo que se refiere a la prueba de press de banco, destinada a quienes por diversas causas se encuentran confinados a una silla de ruedas.
El deportista acudió a la cita desde el sábado 27 de noviembre y tras presentarse con gente integrante del comité organizador, se le dijo que el domingo podría estar en la prueba, ya que no había ningún problema, excepto que muy posiblemente en caso de ganar, no tendría derecho a una presea, debido a que su registro sería extemporáneo, situación que fue aceptada por el deportista lagunero y su entrenador.
Ayer, el atleta se presentó puntualmente en las instalaciones de la YMCA-Chihuahua, donde tras la larga espera, al igual que el resto de competidores, recibió instrucciones del comité organizador de realizar su práctica de calentamiento, pero ya en plena competencia, mientras esperaba su turno de pasar a la báscula y poder llenar su forma de registro, fue avisado por Víctor Gómez Cortez, presidente de la Federación Mexicana de Levantamiento de Potencia, que no podría participar, ya que no se encontraba anotado, y por lo tanto, no tenía derecho a competir.
Inútiles fueron las explicaciones del entrenador y el propio competidor, quienes en vano trataron de hacerle entender las circunstancias en que se dieron las cosas y el hecho de que gente del propio comité organizador, como lo es Osvaldo Aguirre, les había asegurado ser parte del certamen.
?A mí nadie me enteró de la situación y se los puedo demostrar delante de quien quieran, esto no es un torneo en el que cada quien puede llegar a la hora que quiera por el simple deseo de participar, hay un reglamento y se debe cumplir, así que lo siento mucho?.
Enojo entre competidores
Tras enterarse de la actitud asumida por el máximo directivo mexicano de esta disciplina, la molestia invadió a los participantes de la prueba, principalmente a los deportistas en silla de ruedas, quienes consideraron injusta la forma en que se trató a este lagunero, quien después de una larga e intensa preparación fue marginado de una justa mundial en su propio país.
Este caso hace recordar necesariamente el de Azucena Saucedo Miranda, quien apenas hace dos meses quedara fuera de los Juegos Paralímpicos de Atenas 2004 por un error burocrático de los flamantes directivos del deporte nacional, quienes sencillamente decidieron dejarla fuera de la competencia, aun cuando ya estaban en la capital griega.
Con esta decisión privaron a la lagunera de cumplir su máximo sueño deportivo de representar a su país en esta justa, además de que a México le arrebataron la posibilidad de una posible medalla en la prueba de lanzamiento de bala.
Defraudan a deportistas de silla de ruedas
En la jornada de ayer, donde compitieron varios atletas mexicanos sobre silla de ruedas, entre ellos Amalia Pérez, medalla de plata en los Juegos Paralímpicos de Atenas 2004, el comité organizador, encabezado por Víctor Gómez, volvió a hacer de las suyas, ya que primero obligó a estos deportistas a competir como si fueran elementos convencionales y no personas que presentan capacidades diferentes.
Algunos de ellos se midieron a elementos convencionales y en el caso de Amalia Pérez, venció en la prueba de press de banco a la local Brenda Aguirre, curiosamente hermana del presidente de la asociación chihuahuense, quien sencillamente tuvo un mal día y no pudo con la calidad de la medallista mexicana.
Para sorpresa de propios y extraños, el triunfo se le otorgó a la competidora local y se privó de un legítimo triunfo a Amalia Pérez.
Además, los elementos sobre silla de ruedas no recibieron trofeos, sólo un diploma, y para su consuelo, se decidió reembolsarles su cuota de inscripción.
Esta serie de irregularidades aumentaron la molestia de los atletas con capacidades diferentes, quienes aseguraron sentirse desplazados y decepcionados por la forma en que se maneja el deporte en México.