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Burros de Molino

Fidencio Treviño Maldonado

La política de México siempre está en trance, sólo que no avanza, es una simple paradoja irónica, con discursos decadentes y vicios envejecidos, con el implacable tiempo en sus espaldas y con ello arrastrando al pueblo. Políticos inadaptados a la realidad del país, neuróticos unos, desesperados otros, con una mediocre visión sobre el futuro del país, sin líderes verdaderos, sólo hoyando el camino por donde sus pisadas se repiten una y miles de veces en la actuación sombría con todas las batallas de la vida perdidas, su único y falaz triunfo es el canibalismo galopante en su propio desgaste contra oponentes de su misma estirpe; los otros políticos.

Una mentalidad amurallada parece ser el común denominador de quien nos gobierna y pretenden ser íconos en estos tiempos de reciclaje y mercantilismo, sumidos en un espiral sin fin, como burros en molino de piedra dando vueltas y girando en torno al mismo fin: no vivir en el error. La mayoría de nuestros servidores públicos si no que todos, forman una cofradía donde la ironía y crueldad humana sólo sirven para desorientar a la sociedad y de paso sumirla en el caos y en el desencanto, como sucedió con Fox, cuyas promesas se esfumaron en la transición colapsada, ya que los vicios siguen vigentes igual o peor que en el antiguo régimen dictatorial que predominó por décadas. La negligencia con que se gobierna y la displicencia de los legisladores es tal que en el mayor de los casos se quiere tapar la ineptitud con excusas y sofismas más grandes que las cataratas del Niágara y son estos mismos personajes los que entre una libertad a medias y una impostura de amenaza permanente arropan al pueblo y nos conducen a ser parte del sistema conductista que a ellos les conviene; su juego, un juego donde la libertad es una farsa y el fracaso de todos los programas son la pruebas tangibles de querer reformar lo irreformable y que si no se hace desde la raíz, como por ejemplo el Poder Judicial (desde la Suprema Corte de Justicia hasta el policía de crucero, pasando por las distintas corporaciones), la reforma Laboral, la Energética, la Educativa y de Salud, seguirán siendo lo que son estas dependencias, simples oficinas de colocaciones para amigos y parientes y sólo como los burros de molinos de trigo dando vueltas en un desgaste inútil pagado por el pueblo.

Los ciudadanos cada vez tienen menos fe en nuestros gobernantes y funcionarios públicos como ha quedado demostrado en las últimas elecciones en los diferentes Estados y municipios, donde muchos de los votos cautivos son aún influenciados por las viejas mañas y comprados por miserables despensas. Qué lástima que los ciudadanos no podamos como muchas veces se quiere, interpelar a nuestros gobernantes, funcionarios y legisladores, apelar sus decisiones y enjuiciar su mal proceder cuando se hagan merecedores, sin embargo esto está lejano en un país donde se predica la democracia sólo cuando así le conviene al Gobierno.

Lo que no le podemos negar a nuestros gobernantes y recuas que los acompañan, es su incapacidad para enfrentar los grandes retos de generar empleos y hacer crecer la economía y sí reconocerles la sagacidad y sin vergüenza que tienen para presentar actos bochornosos, uno tras otro como si los estuvieran ensayando, estos a nivel Nacional, porque a nivel Estatal y Municipal son cotidianos, siempre dando vueltas como burros de molino de trigo, eso sí, mantenidos por el pueblo.

Correo electrónico:

linga_1031@hotmail.com

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