El Ejecutivo británico insiste que no habrá negociaciones con los terroristas que retienen a Bigley.
EFE
LONDRES, INGLATERRA.- El primer ministro del Reino Unido, Tony Blair, prometió ayer que su Gobierno “seguirá haciendo todo lo posible” para salvar a Kenneth Bigley, el británico secuestrado en Irak.
Blair hizo estas declaraciones a su llegada a Brighton (sur de Inglaterra), donde asistirá hasta el próximo jueves al congreso del Partido Laborista.
El Ejecutivo británico ha insistido en que no negociará con los terroristas que retienen desde el día 16 a Bigley, un ingeniero de 62 años de Liverpool (norte de Inglaterra) que fue secuestrado en Bagdad junto a dos estadounidenses que han sido decapitados.
El ministro británico de Asuntos Exteriores, Jack Straw, telefoneó a la familia del secuestrado, que fue visitada ayer por Terry Waite, el rehén británico que permaneció cinco años secuestrado en el Líbano por el grupo radical Yihad Islámica.
Comunidad musulmana se une al Presidente
Destacados miembros de la comunidad musulmana del Reino Unido se han movilizado para salvar al rehén británico secuestrado en Irak, de quien no se tienen noticias desde que este miércoles se emitió un video en el que imploraba por su vida al primer ministro, Tony Blair.
En el Reino Unido se reproducen los llamamientos a favor de su liberación al tiempo que se temen las consecuencias que tendría para la comunidad musulmana si el ingeniero Kenneth Bigley, de 62 años, es decapitado, como ocurrió con los dos estadounidenses que fueron secuestrados con él en Bagdad hace nueve días.
Un portavoz del Ministerio británico de Asuntos Exteriores desestimó ayer, por considerarla poco creíble, una información divulgada por una página web iraquí que afirma que Bigley habría sido asesinado.
“Somos conscientes de que un portal de internet llamado Aleza está informando de ello pero esa web no tiene credibilidad. No pensamos que haya que tomarlo en serio en este momento”, indicó el portavoz del Foreign Office.
En un sitio de “chat” de esa web, uno de los miembros, que se identifica como Fahd Bin Abdel Uza, afirmó que el grupo “Tawhid y Yihad informó de la ejecución del británico y el secuestro de los siete soldados británicos. Haremos pública una cinta”.
El grupo radical Tawhid y Yihad (Monoteísmo y Guerra Santa), liderado por el jordano Abu Musab al ZarqaWi, presunto jefe de la red Al Qaeda en Irak, ha reivindicado el secuestro de Bigley y amenaza con matarlo si no son liberadas las dos presas iraquíes.
La movilización a favor de su liberación que ha perseguido de forma incansable la familia de Bigley, residente en Liverpool (norte de Inglaterra), ha sido apoyada por grupos musulmanes del Reino Unido y por numerosos líderes políticos.
El Gobierno británico, que insiste en que no negociará con terroristas, ha repartido a través de su embajada en Bagdad 50 mil panfletos en los que la familia del secuestrado pide ayuda y destaca los lazos del rehén con los países árabes.
Dos mediadores del Consejo Musulmán del Reino Unido, la organización islámica más importante de este país, llegaron ayer a Irak para intentar salvar la vida del secuestrado, que lleva diez años trabajando en Oriente Medio y confiaba retirarse próximamente para vivir en Bangkok junto a su esposa tailandesa.
A los llamamientos solicitando su liberación se ha sumado un supuesto miembro de Al Qaeda, el palestino Mahmoud Abu Rideh, arrestado en Londres poco después de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
“Sé lo que es sufrir injusticia y tortura. Les pido que liberen a Ken Bigley”, indicó en la cadena árabe Al Jazzera el preso, uno de los once extranjeros retenidos sin cargos en el Reino Unido desde hace años por ser supuestamente terroristas.
Otro grupo musulmán de Blackburn, la circunscripción de Jack Straw, ministro de Asuntos Exteriores, ha organizado una manifestación para hoy, bajo el lema “Unidos por la paz y la solidaridad”.
En ese municipio residen unos tres mil musulmanes, que ya estuvieron muy implicados en las manifestaciones contra la guerra de Irak y que ahora denuncian que el Ejecutivo británico no ha hecho lo suficiente para salvar al rehén.
Un portavoz de esa comunidad dijo que el Ejecutivo británico debería dejar de intervenir militarmente en Irak y que Straw “no está haciendo lo suficiente” para salvar a Bigley.
Los comentarios del Gobierno sobre la suerte del rehén han venido siempre de Jack Straw, mientras el primer ministro, Tony Blair, ha evitado manifestar ante una cámara su posición sobre el secuestrado, cuya muerte podría suponerle todavía más presión.
El Gobierno británico está además preocupado por las consecuencias que tendría ese asesinato para la numerosa comunidad musulmana que reside en este país.
Según el diario “The Guardian”, el equipo de crisis del Gobierno teme que se produzcan represalias contra la comunidad musulmana si Bigley es asesinado.
El moderado Consejo Musulmán del Reino Unido ha recibido dos mil correos electrónicos que le advierten sobre las consecuencias de que el rehén muera, mientras las fuerzas policiales están vigilando los niveles de tensión y las amenazas que pueden recibir.