10 de febrero de 2004.
Falls Church, EU, (EFE).- Las primarias del Partido Demócrata pasan hoy por Virginia y Tennessee, donde el senador John Kerry busca su primera victoria en el sur y consolidar su posición como favorito para disputar la presidencia de EU a George W. Bush.
Kerry, originario de Massachusetts (noreste del país), ha sufrido dos derrotas en las 12 elecciones primarias y asambleas ("caucus") celebrados hasta ahora y una de ellas fue en Carolina del Sur, donde perdió frente al senador de Carolina del Norte John Edwards.
La otra derrota fue frente al general retirado Wesley Clark, nacido en el sureño Arkansas, que le derrotó en Oklahoma.
Por esta razón, el senador se ha esforzado durante estos días de campaña en demostrar que un liberal de Massachusetts es capaz de convencer a los ciudadanos del sur, tradicionalmente más conservadores, de que él es la mejor opción para derrotar a Bush.
La carta política de que sólo un sureño podrá derrotar al presidente en el sur el próximo 2 de noviembre es la que han jugado sus rivales en estos Estados, Edwards y Clark, que apuran sus últimas opciones para evitar que Kerry aseste el golpe definitivo.
El argumento tiene una carga peligrosa, porque si Kerry gana en Virginia y Tennessee consolidará de manera casi definitiva la imagen de que es el candidato más "presidenciable" de los seis aún en liza.
Edwards y Clark subrayaron en los últimos días que seguirán adelante al margen de lo que pase hoy y que se volcarán en las primarias de Wisconsin dentro de siete días, pero parece claro que una nítida victoria de Kerry restará fuerza a sus aspiraciones.
Ambos renunciaron a hacer campaña ante las convocatorias electorales que se celebraron este fin de semana en Michigan, Maine y Washington, en las que el senador por Massachusetts arrasó.
En Virginia y Tennessee están en juego 151 delegados de los 2,161 necesarios para conseguir la candidatura presidencial de los demócratas.
Según las encuestas más recientes, Kerry no tendrá problema para ganar en Tennessee, donde goza de una cómoda ventaja sobre Edwards.
En Virginia, la pelea estará más apretada, porque se trata de un estado ideológicamente muy dividido en función de la geografía, ya que en el norte, cercano a la capital Washington, la población es más progresista que en las zonas rurales del sur.
Consciente de la situación, Kerry mantiene su estrategia de ignorar a sus rivales demócratas y se centra en atacar a Bush por su gestión económica, sus vínculos con los intereses empresariales y su cambio de razonamiento para justificar la guerra de Irak.
En un mitin en Roanoke (Virginia), bromeó hoy con el plan anunciado por la Casa Blanca para crear de 2.2 millones de empleos. "Me da la sensación de que este plan ha sido preparado por la misma gente que facilitó la información sobre Irak", dijo.
Kerry se está mostrando cauto, pese a su gran ventaja, y recuerda que hasta el "supermartes", las primarias que se celebrarán el 2 de marzo en tres de los grandes estados del país - California, Nueva York y Ohio, con 746 delegados en juego - la lucha sigue abierta.
A esta opción se agarró también el ex gobernador de Vermont Howard Dean, quien ha pasado en menos de un mes de ser el gran favorito a convertirse en el cuarto aspirante en discordia.
La novedad en su campaña es que hoy dio marcha atrás en su decisión de abandonar si no gana en Wisconsin dentro de una semana, para, según dijo, "no dejar en la estacada" a la gente que le apoya.
En una rueda de prensa en Stevens Point (Wisconsin), Dean admitió que su decisión es una "contradicción obvia" y dijo que ha recibido muchas peticiones de simpatizantes para que no abandone, por lo que "parece que vamos a tener que encontrar una manera de seguir".
En un correo electrónico enviado a sus seguidores el pasado jueves, Dean explicó que toda su campaña se reducía a conseguir la victoria en Wisconsin, uno de los estados más progresistas del país, y reconoció que en caso de perder quedaría fuera de la carrera.
Hoy explicó que desde que envió ese correo no ha parado de escuchar peticiones de sus simpatizantes para que siga adelante.
"Si soy tan importante para la gente corriente, ¿cómo me voy a resistir a toda la gente que me tira de la manga o que lo hace electrónicamente y que me pide que no lo deje?", dijo Dean.