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Reynosa, Tamps.- El presidente Vicente Fox Quesada ratificó ayer que Petróleos Mexicanos (Pemex) no se desincorporará, privatizará o concesionará, sino que seguirá siendo una empresa orgullosamente mexicana.
A dos días de la conmemoración del 66 aniversario de la expropiación petrolera, el titular del Ejecutivo Federal afirmó que el petróleo es un patrimonio de los mexicanos y de la nación “no de grupos de interés” y pertenece a todos por historia y por derecho.
“Sólo nosotros, los habitantes y ciudadanos de este gran país podemos decidir su uso, su aprovechamiento y su destino”, enfatizó, al subrayar que el petróleo es y seguirá siendo una riqueza fundamental del pueblo de México y de todos los ciudadanos.
Comentó que en los tres años que van de su administración, los trabajadores y el gobierno han dado un giro de 180 grados para convertir a Pemex en una empresa global altamente competitiva, de verdadera clase mundial, entre las diez más grandes y mejores del mundo.
En la inauguración del complejo procesador de gas Burgos, el primer mandatario comentó que esto se hace como parte de los esfuerzos para que Petróleos Mexicanos sea una empresa más rentable para la nación y a la vez se continúa la lucha frontal contra la corrupción.
Recordó que en la actualidad, la dirección de Pemex, en coordinación con la Policía Federal Preventiva (PFP) y la Procuraduría General de la República (PGR), desarrollan una campaña para combatir y poner fin al robo de combustible.
“Estamos decididos a seguir combatiendo la corrupción en todas las esferas de la administración pública. Los hechos lo demuestran, es un reclamo y una exigencia de la sociedad en estos tres años”, enfatizó el Mandatario, quien estuvo acompañado del secretario de Energía, Felipe Calderón; el director de Pemex, Raúl Muñoz Leos y el gobernador de Tamaulipas, Tomas Yarrinton.
El presidente Vicente Fox indicó que en estos tres años Pemex se ha transformado no sólo en la empresa más grande, sino en una verdadera palanca en crecimiento económico y generación de empleo.
Sin embargo, admitió esta empresa requiere mayor autonomía para la toma de decisiones y sanear sus finanzas, sin reducir las contribuciones que hace al erario público; así como invertir más y ser más productivo.
Destacó que ello, “nos lleva a la necesidad de plantear una Reforma Fiscal que provea más recursos a la hacienda pública” y permita a la paraestatal contar con mayores recursos para inversión, reinversión, crecimiento y generación de empleos.
Necesitamos un Pemex fuerte, con recursos suficientes para invertir y desarrollarse, para producir y exportar más petróleo, para generar más empleos y disminuir la importación de gasolinas, de gas natural y de muchos productos químicos, destacó.
En su discurso, Fox Quesada afirmó que en su administración, la empresa petrolera ha quintuplicado el presupuesto anual dedicado a exploración y está en camino de aumentar la tasa de reposición de reservas “que habían caído peligrosamente a un nivel de 20 a 25 por ciento”, con el propósito de regresarlas para 2006 a un índice del 100 por ciento.
Puntualizó que la producción de crudos, gracias a la labor de los trabajadores, rebasa ya los tres millones 500 mil barriles diarios, la cual es una cifra récord e histórica.
Del mismo modo, indicó que su Gobierno se ha planteado la meta de alcanzar los cuatro millones de barriles diarios para 2006, con una reposición de 100 por ciento de las reservas probadas.
Reiteró que su administración quiere a Pemex fuerte, en crecimiento y que sea la palanca de desarrollo del país y recordó que en la actualidad aporta al presupuesto y al desarrollo del capital humano en el país el 40 por ciento de manera sostenida.
Observó que en estos tres años se han puesto en marcha diversos proyectos, entre los que se encuentran la reconfiguración de la refinería de Minatitlán, Veracruz; la de Salamanca, Guanajuato; Cadereyta, Nuevo León; y en ciudad Madero, Tamaulipas, con lo cual se ha logrado reducir a la mitad la importación de gasolina.
Comentó que en lo que respecta a gas, se ha alcanzado una producción promedio de cuatro mil 500 millones de pies cúbicos diarios y el reto es incrementar la producción en 40 por ciento en los próximos tres años para reducir las exportaciones y estar, por primera vez, en posición de exportar a otros países.