Combatientes haitianos señalan que las fuerzas de la ONU no hacen lo suficiente por la gente.
AP
GONAIVES, HAITÍ.- Combatientes rebeldes a quienes las fuerzas de paz forzaron a alejarse de Gonaives afirmaron ayer que sólo trataban de distribuir alimentos porque las Naciones Unidas no hacen lo suficiente, y amenazaron con regresar.
Mientras tanto, los mercados de comestibles reanudaron sus actividades normales, y algunas personas comenzaron a reparar los hogares derrumbados en esta ciudad del noroeste de Haití, donde las inundaciones provocadas por la tormenta tropical ?Jeanne? mataron a más de mil 550 personas y dejaron cerca de 900 desaparecidas. Unas 200 mil de los 250 mil habitantes quedaron sin hogar y están viviendo en las aceras y los tejados.
Cientos de rebeldes llegaron a Gonaives el miércoles con tres camiones cargados de alimentos, pero las fuerzas de paz de la ONU no les permitieron el acceso con armas, dijo el líder rebelde Remissainthe Ravix, ex coronel del disuelto Ejército haitiano.
?Ningún extranjero tiene derecho a ordenarnos que depongamos nuestras armas?, afirmó Ravix ayer por la mañana, después de regresar a la capital Puerto Príncipe. ?Fuimos allá porque iremos a cualquier lugar donde se requiera seguridad?.
Unos 20 rebeldes vestidos con trajes de faena llegaron el miércoles a donde estaban las fuerzas de paz, y un reportero los vio frente al principal almacén de ayuda alimenticia internacional, donde discutieron con los soldados de la ONU. Las únicas armas visibles que los insurgentes portaban eran un fusil, una pistola y un cuchillo.
Los rebeldes dijeron que habían llegado para proporcionar seguridad, y los soldados de la ONU no les permitieron el acceso con armas. En el almacén, un rebelde dijo a las fuerzas de paz que el grupo había llegado ?porque ustedes no están protegiendo a la gente?.
Otro grupo de insurgentes sí pudo introducir un camión con alimentos y lo condujo a un almacén, donde fue saqueado por la población, informó Didier Leisigne de la policía francesa.