Después de unas arduas horas de trabajo, es bueno encontrar una forma de distracción y relajamiento, y hay quienes prefieren ir a jugar boliche.
Grupos de compañeros de labores y de amigos, fueron el pasado martes por la tarde a conocido lugar para practicar su deporte favorito.
Ese día, la mayoría de los presentes eran personas adultas y con un gran sentido del humor. A pesar de ser contendientes, entre ellos se lanzaban porras y se deseaban mucha suerte.