19 de enero de 2004.
México, (EFE).- El Senado mexicano hizo hoy un frente común con el Ejecutivo para impulsar la propuesta migratoria del presidente de EU, George W. Bush, y anunció que en febrero próximo iniciará el cabildeo con el Congreso estadounidense.
Senadores de los principales partidos de México, el oficialista Acción Nacional (PAN), el izquierdista Revolución Democrática (PRD) y el Revolucionario Institucional (PRI), el mayor de la oposición, anunciaron acciones para lograr que el proyecto que apruebe el Congreso de EU incluya medidas específicas para los inmigrantes mexicanos.
Según datos oficiales, en EU viven entre 8 y 12 millones de indocumentados, de los cuales 4,5 millones son mexicanos mientras que otro porcentaje importante corresponde a centroamericanos.
En rueda de prensa, la senadora del PRI Silvia Hernández señaló que el tema migratorio, al contrario que en Estados Unidos, donde es motivo de polémica, "aquí nos une y es una causa nacional".
Hernández, quien también es presidenta de la comisión de Relaciones Exteriores para América del Norte, anunció que en los próximos días integrantes de la Comisión de Derechos Humanos viajará a California.
En ese estado, donde vive el 60 por ciento de los emigrantes mexicanos, prevén reunirse con el gobernador Arnold Schwarzenegger, para tratar el asunto de las licencias de conducir para los inmigrantes y conseguir su apoyo para este plan.
Luego se desplazará a EU otra delegación de senadores que se reunirá con organizaciones de mexicanos, mientras la primera semana de febrero, cuando comiencen las votaciones en el Congreso de EU, comenzarán los contactos con los parlamentarios de ese país.
El pasado 7 de enero el presidente Bush anunció un programa de trabajos temporales que permitirá regularizar la situación de muchos indocumentados.
El plan incluye otorgar visas temporales por tres años renovables a los trabajadores extranjeros que residan en Estados Unidos y a aquellos que vivan en el exterior, pero que tengan una oferta de empleo en ese país.
El presidente de México, Vicente Fox, dio la "bienvenida" a esta propuesta, aunque dijo que seguirá buscando un acuerdo integral que regularice la condición de los ilegales mexicanos y regule los flujos fronterizos.
Los senadores coincidieron en que la propuesta migratoria de Bush hasta el momento "son sólo palabras" y que todavía debe ser presentada ante el Congreso, que en definitiva será el que tenga la última palabra al respecto.
"No podemos olvidar que hasta ahora son meras promesas. Por eso tenemos que estar en primera línea para ver qué está pasando y cómo se va a manejar el tema en EU", afirmó el senador del PAN Guillermo Herbert.
