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MÉXICO, DF.- El canciller Luis Ernesto Derbez aseguró que si la reforma de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se limita a aumentar la membresía del Consejo de Seguridad, este país buscará ocupar un asiento permanente “porque los mexicanos no queremos que otros tomen las decisiones en nuestro nombre”.
Al inaugurar el seminario “La diplomacia en el siglo XXI”, sostuvo que este país tiene capacidad política para cumplir un papel relevante en esa instancia del organismo multilateral.
El secretario de Relaciones Exteriores destacó que la diplomacia mexicana se ha caracterizado por actuar en favor de los intereses de la región latinoamericana y del bienestar de la humanidad.
De ahí que, anotó, “no podemos aceptar que México se convierta en un país sin peso en la diplomacia internacional. No podemos optar por mantenernos al margen ni conformarnos con un papel secundario en la toma de decisiones”.
Y advirtió: “el reto es claro, o somos miembros activos en la configuración de un nuevo orden mundial o seremos receptores pasivos de decisiones que de una u otra manera nos afectan”.
El canciller Derbez expuso en su ponencia que la definición de una política exterior activa y la consolidación del liderazgo regional de esta nación no puede ser una realidad si en el ámbito interno no se acepta abrir un debate serio y responsable sobre los retos y cursos de acción con base en sus intereses estratégicos.
En particular, hizo énfasis en la necesidad de fomentar la discusión sobre temas que en México suelen verse con reserva, como nuestra participación en misiones de paz bajo el principio de la responsabilidad de proteger.
Recordó que el presidente Vicente Fox ha dejado claro que la prevención es el elemento más importante de la responsabilidad de proteger, por lo que el uso de fuerza debe ser una respuesta sólo en caso de violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos, previo análisis de su impacto en la población civil afectada.
Puntualizó que México está convencido de que la ayuda a la paz humanitaria no significa intervención, por lo que jamás enviará fuerzas armadas a otros países para influir en sus asuntos internos.
Planteó que si México quiere asumir su responsabilidad como líder regional debe analizar bajo qué esquema puede contribuir con el envío de personal capacitado que colabore en los procesos de reconstrucción y en la protección de la población afectada por crisis humanitarias.
Lo fundamental, dijo, es que las medidas que se tomen para hacer frente a esas crisis tengan un carácter colectivo y estar plenamente sustentadas en acciones consensuadas en el marco de una discusión multilateral para evitar que una sola nación se abrogue el derecho a intervenir por su propia cuenta.
El encargado de la política exterior de nuestro país dijo que México mantiene su posición para que haya una reforma integral de las Naciones Unidas que garantice el equilibrio entre las agendas de desarrollo y seguridad, la protección de los derechos humanos, el fortalecimiento de la capacidad preventiva y el cumplimiento de las decisiones adoptadas en forma colectiva.
“Queremos una transformación profunda de la ONU para que pueda responder con efectividad a los nuevos desafíos y amenazas a la paz y la seguridad internacionales”, señaló.
Consideró un error que la reforma a la ONU se limitara a aumentar el número de miembros del Consejo de Seguridad, pues en el contexto actual se requiere una asamblea general que cumpla de manera cabal con su función de mantener la paz, lo que implica disminuir el volumen de su agenda y mejorar los métodos de trabajo.
Apuntó que también es indispensable que la toma de decisiones en el Consejo de Seguridad goce de mayor transparencia mediante la reglamentación y limitación del derecho de voto.
Destacó que México promueve una mayor representatividad regional, equitativa y balanceada al interior del Consejo, por lo que es necesario que sean las regiones las que cuenten con un asiento y quienes definan los procedimientos para elegir a sus representantes.
En ese marco, anunció que del 15 al 18 de enero próximo México será anfitrión de una reunión de cancilleres de 38 a 40 países en San Luis Potosí, para delinear una estrategia sobre la reforma de la ONU.
De igual forma, el ocho de febrero del próximo año se reunirá en Madrid, España, el denominado Grupo del Café y posteriormente grupos técnicos tendrán encuentros en Nueva York para acordar una posición general en abril de 2005 sobre la reforma del organismo mundial.